«SABER QUE SE PUEDE, QUITARSE LOS MIEDOS, PINTARSE LA CARA, COLOR ESPERANZA«

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A la letra de la canción de Diego Torres "Color esperanza" sólo le falta añadirle blanquiazul. Ese y no otro es el color que la familia malaguista espera con la llegada de José Miguel González Martín del Campo, Míchel. Ahora la afición costasoleña sueña con que el ex entrenador del Olympique de Marsella, Olympiacos griego, Rayo Vallecano, Getafe o Sevilla sea capaz de que el mensaje de la canción de Torres sea creído por el vestuario.

 

Un vestuario cuyo núcleo duro propició la salida de Juande Ramos y, pese a las muchas declaraciones interesadas, no han sabido respetar al Gato Marcelo Romero a la hora de la verdad sobre el terreno de

juego. Tiempo habrá de colocar a cada uno en su sitio y poner donde corresponde a determinados futbolistas que, por unas u otras causas, son los principales culpables de la situación del equipo en estos momentos. Pero eso será cuando finalice la temporada.

 

Ahora toca creer en algunas de las estrofas de la canción antes citada. Míchel deberá conseguirlo con el actual grupo y no va a ser sencillo. "Saber que se puede, quitarse los miedos, pintarse la cara, color esperanza". En mi opinión se puede y se debe lograr la permanencia sin mayor dificultad. Para ello hay que quitarse los miedos que un equipo como el Málaga CF no debería tener de ninguna de las maneras pese a que los resultados y la clasificación estén dictaminando lo contrario. Y, desde luego, cada jornada hay que pintarse la cara de blanquiazul color esperanza y soñar con quedarse en La Liga de las estrellas.

 

Míchel, no me cabe duda, logrará el milagro y a buen seguro que va a construir un equipo muy competitivo y con el gusto por el buen fútbol que los aficionados costasoleños podrán disfrutar la próxima temporada. En la actual vale con no descender. Toda la suerte del mundo al nuevo técnico blanquiazul y muchas gracias

al Gato Marcelo Romero por aceptar la oportunidad que se le presentaba aunque no haya podido aprovecharla como todos hubiésemos querido. Ha demostrado ser un señor y un hombre de club. Es de esperar que la experiencia le sirva en un futuro en todos los sentidos.

 

Y a quienes lograsen hacer rectificar al presidente malaguista, Al Thani, de su error inicial designando a Romero como primer entrenador, agradecérselo. Incluyendo al propio jeque porque rectificar es de sabios.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.