UN DESPISTE, PRIMERA DERROTA, SIN TENSIÓN SE ES VULNERABLE

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Cuando todo sale de cara los pequeños despistes que no cuestan un gol en contra o bien no terminan en derrota, casi no se aprecian. Sin embargo si ese gol en contra supone una derrota y encima acaba con la imbatibilidad de un equipo, todo invita a la reflexión. Una reflexión nada crispada por otra parte, puesto que si el Málaga CF gana cinco partidos de cada seis y pierde uno, no cabe duda de que ascenderá sin problema alguno.

 

Los de Muñiz empezaron bien el partido pero luego fueron cediendo dominio sobre el terreno de juego en favor de la UD Las Palmas. A decir verdad los malaguistas no parecían los de otras tardes. N'Diaye no dio la sensación de superioridad habitual ante el centro del campo rival. Adrian, más allá de su infortunio en el gol encajado, no brilló en su habitual trabajo oscuro que tanto ayuda al equipo.

 

Cierto es que el árbitro señaló al club costasoleño un fuera de juego que no lo era y que hubiese permitido a los malaguistas irse con ventaja en el marcador. Pero no lo es menos que también perdonó un penalti de Cifu a Tana en este mismo periodo. A ello hay que unir que Harper, y en la segunda parte Hicham, no fueron los de otras tardes. Que el mejor fue de nuevo Ontiveros y que Dani Pacheco sólo ofreció muestras de su calidad con cuenta gotas.

 

El gol de Rafa Mir seguro que ha cabreado y mucho a Juan Ramón Muñiz. No tanto por el gol en si, sino por la forma de encajarlo. Un saque de banda sin mayor peligro y la defensa sin tensión a la par que más despistada que un pulpo en un garaje permitió el tanto canario. Después del gol, nada de nada, salvo un gran remate de volea de Ontiveros con una respuesta extraordinaria del guardameta amarillo Raúl Fernández. Y Rubén Castro, al que es evidente que le ponen estos partidos. 

 

La escuela canaria ayer parecía más la escuela sevillana de Manolo Jiménez. Entradas más o menos duras, perdidas de tiempo, protestas, etc. El fin de semana llegaba convulso por culpa de otra injerencia en el trabajo de la dirección deportiva del puñetero Jeque y presidente del Málaga CF, Abdullah Bin Nasser Al Thani. Lo que pueda pasar con Caminero, director deportivo del club, será responsabilidad única y exclusivamente del presidente. Además huele mal y suena peor lo que ha hecho. La noticia adelantada por los compañeros de La Opinión de Málaga seguro que tendrá más recorrido los próximos días. Éso si, señores Muñiz y Caminero, sigan centrados en lo deportivo y no tengan en cuenta las cosas del máximo accionista por ahora del club. Igual más pronto que tarde tienen nuevos jefes en la zona noble, como Regalo de Reyes o en el periodo de Rebajas, por ejemplo.

 

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.