Con el paso de Chupete de jugar en el Atlético Malagueño a hacerlo con el primer equipo podrían surgir varias dudas. Ninguna de estas relacionadas con su faceta goleadora, ya demostrada en el filial malaguista durante su temporada en Tercera RFEF. Con la forma de jugar de Sergio Pellicer y Dioni como principal delantero, se podía entrever la preferencia del técnico de Nules por los delanteros con capacidad asociativa y de jugar de espaldas a portería.
Los ratos que se había podido ver a Chupete en el campo en sus primeros minutos como malaguista era usado como un delantero de área al que buscar a base de centros. En ningún momento su función como generador o continuador de juego destacó sobre otras. Por ello, sorprende aún más la mejora que ha sufrido el canterano blanquiazul en esta faceta. La máxima expresión de la madurez futbolística que está sufriendo Chupete es el encuentro ante el Sporting de Gijón. No solo por los dos goles que dieron la victoria al Málaga y, de nuevo, tres puntos ‘made in Chupete’, si no que el “27” sacó a relucir una paleta de recursos que muchos no esperarían.
El delantero completó hasta 54 intervenciones, siendo con mucha diferencia el partido en el que más registró (35 vs Eldense en la jornada 39). No es casualidad que sea la jornada anterior, ya que esta mejoría se ve en cada partido de Chupete. El canterano, como se puede ver en su mapa de calor, pisó casi todas las zonas del campo.
Mapa de calor Chupete (J40 vs Sporting). Fuente: Sofascore
Sergio Pellicer ha encontrado en Chupete algo más que una referencia goleadora. Los generadores de juego, ya sea Izan, Manu Molina, Luismi o Larrubia, lo buscan para encontrarlo de espaldas a portería, como si de una pared se tratase, a expensas de que su juego de espaldas genere una devolución, un pase al espacio o para que simplemente desahogue un poco el juego. Esta faceta se ve reforzada por la capacidad de Chupete para encontrar a sus compañeros en buenas situaciones. Contra el Granada en la jornada 38 dejó a Lobete en un mano a mano que no logró el gol por una magnífica parada de Mariño y una descarga maravillosa que no fue una ocasión clara de gol debido a un mal control de Larrubia.
La capacidad de mejora que estamos viendo en Chupete es sorprendente. No solo porque se haya acostumbrado a jugar en una categoría que está tres encima de la que lo hacía con una facilidad pasmosa, sino porque cada jornada que pasa se puede ver que es un jugador mejor, un jugador más completo. Chupete ya no es solo un delantero de área, ahora también es un delantero que es capaz de hacer que su equipo juegue más y mejor.
