El Granada CF está señalado para muchos, desde inicio de la temporada, como uno de los favoritos a ascender a Primera. El conjunto nazarí protagonizó una pésima temporada en la élite el curso pasado donde fue recién ascendido. En este curso cuenta con una de las plantillas más amplias de la categoría de plata. Además, con individualidades de nivel en jugadores como Lucas Boyé, Gonzalo Villar o Manu Trigueros. El nombre que más sorprendía en el inicio de campaña rojiblanco era el de su entrenador: Guillermo Abascal. El técnico sevillano, sin experiencia en Segunda, pero sí en el fútbol extranjero, no convenció en ningún momento. Sumó seis puntos en las primeras seis jornadas. El último de ellos en el derbi ante el Málaga CF en Los Cármenes en un duelo donde Alfonso Herrero le detuvo un penalti a Weismann. Tras ello, llegó Fran Escribá, que está viviendo una montaña rusa.
Fran Escribá es de sobra conocido en la categoría de plata y en el fútbol español. Con pasado en el Elche, Getafe, Villarreal, Celta o Real Zaragoza. Un técnico que apostó por ordenarse en el 4-4-2 y no hacer del Granada CF un equipo con extravagancias. Abascal llegó con una propuesta de presión muy alta, con la línea cerca del centro del campo y jugando con una línea defensiva de tres centrales. Cambió de forma constante de esquema. Y no congenió en ningún momento con la exigente grada de Los Cármenes. Experiencia fallida.
Junto al entrenador, llegó un portero al Granada CF. Diego Mariño, que se encontraba sin equipo, recalaba en el conjunto andaluz. Marc Martínez dejó un nivel bajísimo en el inicio de temporada, mientras que Luca Zidane estaba lesionado en los primeros compases de la temporada. Escribá optó por la experiencia desde atrás y por no complicarse en el plano táctico. Los puntos fueron llegando. Comenzó con un empate (2-2) ante el Burgos a domicilio. A partir de ahí, encadenó cuatro victorias consecutivas (Mirandés, Córdoba, Tenerife y CD Castellón).
Cuando parecía que podía dar el salto a la zona de ascenso directo, le llegaban dos partidos de exigencia. Perdía su primer partido en Los Cármenes, por 1-2, ante el Levante. Posteriormente, caía en La Romareda ante el Real Zaragoza por 2-1. Dos resultados que le hicieron perder fuelle. El equipo fue alternando signos hasta la llegada de la Navidad. Las victorias, en gran parte, se cimentaba en el papel atacante de Myrto Uzuni. Anotó 14 goles y en su último partido con el conjunto nazarí dejó un hat-trick ante el Cartagena. Un resultado, junto a un empate en Eibar, que dejaban al Granada CF a dos puntos del playoff y a cinco del ascenso directo al término de la primera vuelta.
La afición del Granada CF nunca supo que vivía el último partido de Uzuni. Al jugador albanés le tentaron desde la MLS. En un primer momento, Uzuni quería una mejora salarial que dejase su sueldo en casi un kilo por temporada. El Granada CF no accedió a esa petición y Uzuni no dudó en marcharse al Austin. De hecho, el jugador se negó a entrenar en la vuelta al trabajo después de Navidad. No participó en el duelo copero en Los Cármenes ante el Getafe y tampoco en el empate, sin goles, ante el Burgos. A ello hay que añadir que Fran Escribá le echó en cara al máximo goleador del Granada que no había hecho las cosas bien en su adiós.
💥 El 'RAJADÓN' de FRAN ESCRIBÁ, entrenador del Granada contra UZUNI tras negarse a entrenar para salir del club:
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) January 17, 2025
❌ "Creo que no son formas, me ha decepcionado…" pic.twitter.com/e5mbFfHIjr
El impacto de la marcha de Uzuni se notó, pero el Granada CF no tardó en lanzarse al mercado. Abde Rebbach llegaba cedido hasta final de temporada por el Deportivo Alavés. También desde Mendizorra, pero en calidad de traspaso, llegaba un jugador de altas garantías en la Segunda División. Escribá contaría en su plantilla con Stoichkov. El ex del Eibar recalaba en el conjunto rojiblanco a cambio de 2,5 millones de euros. Su impacto fue inmediato, ya que logró marcar un golazo que encarriló el triunfo nazarí en el Pepico Amat ante el Eldense. Sí es cierto que no está consiguiendo la continuidad que se esperaba y que los problemas físicos le están lastrando de cara a dar su mejor versión.
Tras el mencionado partido de Elda, el Granada CF entraba en un momento muy negativo lejos de Los Cármenes. Tan negativo que el puesto de Fran Escribá ha estado en entredicho en varias ocasiones para la afición rojiblanca. Los andaluces empezaron a encadenar malos partidos y situaciones inconcebibles en un equipo que lucha por ascender a Primera División. Vivieron varios partidos donde se quedaron con un futbolista menos demasiado temprano. Algo que se dio en el partido ante el Zaragoza con una expulsión de Gonzalo Villar. Un duelo donde el Granada se puso 2-0, pero donde dos goles de Alberto Marí, dejaron helado al barrio del Zaidín.
En casa, el equipo sí se mantenía con buenos resultados. De hecho, desde que Fran Escribá es entrenador del Granada CF, el equipo rojiblanco ha ganado nueve partidos en Los Cármenes y sólo ha perdido ante el Levante. Pero sí es cierto que la losa llegaba fuera de casa, sobre todo, en la segunda vuelta. Dolorosa derrota en El Arcángel, por 5-0, ante el Córdoba. Posteriormente, caía por la mínima en el Mirandilla ante el Cádiz. En un día donde Hongla cometió un error impropio de un jugador profesional. Algo que provocó un enfado brutal del entrenador nazarí en sala de prensa donde llegó a decir que Hongla cometiera esos fallos con su selección las veces que quisiera, pero que en el Granada no iba a pasar más.
El partido que se perdió Hongla, por ventana de selecciones, fue el duelo ante el Real Oviedo en Granada. Una victoria importante para los andaluces para engancharse en la pelea por el playoff. Ganaron con un gol de Lucas Boyé, el jugador que se ha encargado de coger el testigo de Uzuni. Ese partido provocó la destitución de Calleja en el equipo asturiano. Un resultado que brindaba la opción al equipo andaluz de meterse en el playoff a la siguiente jornada si ganaba al Tenerife en el Heliodoro. Harakiri rojiblanco. De ir ganando 0-1 a quedarse con un hombre menos por la expulsión de Lama y acabar perdiendo por 2-1.
El siguiente encuentro en Los Cármenes sí que era de final. La opción definitiva de engancharse al playoff. Se enfrentaba ante el Almería. Un partido que comenzó con un ambiente raruno en el estadio granadino, pero donde una gran segunda parte armó de ilusión a la plantilla y a la afición. Victoria por 3-1 que le permitía al Granada llevarse el goal average ante el equipo indálico. Triunfo de los que cambian inercias. Tras ello, le tocaba viajar a los estadios de Albacete y Cartagena. Dos triunfos seguidos que sí otorgaron que el Granada CF, meses después, volviera al playoff.
Su último partido antes de visitar La Rosaleda le enfrentó al líder de la categoría: el Elche CF. Un duelo que terminó con empate (1-1) y donde Lucas Boyé erró una pena máxima que podría haber alargado la racha de victorias a las cuatro de forma consecutiva. No llegó. La victoria del Almería ante el Racing de Ferrol en el partido del pasado martes hace que el equipo de Escribá no tenga margen de error para mantener su actual sexta posición en la zona de playoff. Por delante, además del derbi, el Granada tendrá que enfrentarse al Eibar, Deportivo de la Coruña, Castellón y Racing de Santander.
Si el Granada CF ha reaccionado en estas últimas semanas se debe, en gran parte, al papel de Lucas Boyé. El ariete argentino es uno de los mejores delanteros de Segunda División. Y no solo por su calidad. Tiene una capacidad de briega impresionante. Lucha y presiona como el que más. Conecta de forma total con la afición rojiblanca que le ovacionaba con honores en cada partido, incluso, cuando falla un penalti como ocurrió en el duelo que le enfrentó la semana pasada a su exequipo. Boyé ya suma 10 goles y ha sido nombrado mejor jugador de LaLiga Hypermotion en el mes de abril.
Ahora les llega un exigente derbi. El Granada CF se juega el playoff y el posible ascenso. El Málaga, con algo más de oxígeno tras vencer al Castellón, debe todavía certificar su salvación. Un derbi en el que sí estará, a diferencia de la primera vuelta, Fran Escribá. Un técnico que le dio al Granada lo que necesitaba a su llegada. Que se puso en entredicho por su mal nivel de juego fuera de casa en la segunda vuelta. Y que, ahora, tiene al equipo nazarí inmerso en la lucha por el playoff de ascenso. El caso de Fran Escribá: llegar tras un derbi y vivir una montaña rusa
Ganar ganar y ganar y volver a ganar…. Vamos Málaga!!