Decía Pepe Mel en sala de prensa que el rival del Málaga de este sábado, el Burgos de Julián Calero, es un equipo de autor. No le falta razón. Un sello propio y un estilo efectivo. Una idea que le permite cumplir con creces su objetivo. El curso pasado llegó a la categoría para quedarse. 55 puntos para un recién ascendido. Números de ensueño para uno de los clubes más modestos de LaLiga SmartBank.
El Málaga no fue capaz de sumar ni en La Rosaleda ni en el Plantío. No solo eso, ni anotar un gol. Este curso, al menos de momento, tampoco. En 270 minutos en año y medio, los blanquiazules sufrieron tres rejonazos. Tres palos generados por el Burgos y que dejaron tocado al Málaga en distintos momentos deportivos.
El primer golpe se produjo en el Plantío. Con José Alberto en el banquillo de los blanquiazules. El Málaga volaba en casa, pero pasaba frío a domicilio. Derrota dolorosa por 3-0. La sexta lejos de La Rosaleda. Los malaguistas venían de ganar dos partidos consecutivos, pero sucumbieron en una tarde para el olvido. A partir de ahí, el asturiano solo pudo sumar 6 de 18 puntos posibles. La historia ya es conocida por todos. Bochorno ante el Ibiza (0-5) y cese posterior.
Guede cayó en dos ocasiones, ahora turno de Pepe Mel
La segunda bofetada dolió más. Con Guede en el banquillo y con el templo blanquiazul a reventar. Penúltima jornada del campeonato y la mejor entrada del curso (25.389 espectadores). La permanencia aun en juego y una plantilla en caída libre. El Burgos, salvado, compitió con todas las de la ley. Ni juez ni parte. Vencedor en Martiricos con otro golpe de pizarra de Julián Calero (0-1). La Grada acabó de uñas y con pitada generalizada.
Pese al reseteo pedido y el inicio de un año que debía ser de sueño, en Burgos comenzó el que está siendo el curso de la pesadilla constante en clave blanquiazul o bien, la revelación de la temporada en el Plantío. El Málaga recibió el tercer golpe a las primeras de cambio. 1-0 con ‘Artolazo’. Rubén Castro pudo cambiar el devenir del partido, pero ahí empezó el show de José Antonio Caro. Hoy nueva prueba de fuego. Los de Pepe Mel tienen la oportunidad de devolver esos tres golpes recibidos en el pasado más reciente. Los números particulares, 3 derrotas – 0 goles a favor, y las sensaciones actuales no acompañan, pero esto es fútbol.
