Rubén Castro-Fran Sol, la vacuna a un lustro de condena

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Foto: Pepe Ortega

El fichaje de Rubén Castro ha destapado el tarro de la ilusión en Martiricos. El aficionado malaguista medio ha pasado de la pena de la mala campaña anterior, rozando el descenso a Primera RFEF, a soñar con el ascenso. El punta, que ha llegado de la mano de Fran Sol, formará una delantera que este jueves ha mencionado lo que muchos aficionados tenían en la mente, las palabras “Primera División”. El madrileño lucirá el 9 y el canario el 24. Dos dorsales que deben y pueden ser sinónimo del número de goles que pueden meter entre los dos esta campaña. Esa es al menos la idea de Manolo Gaspar con el fichaje de ambos. Rubén Castro-Fran Sol, una delantera que debe ser la vacuna a un lustro de condena.

Desde que el Málaga bajó a Segunda, ha estado necesitado de gol. Incluso el año de los playoffs ante el Dépor, el equipo se vio falto de pegada en algunos momentos importantes del curso. Aquella campaña, Blanco Leschuk tiró del carro goleador de un equipo que anotó solo 51 tantos. Nueve del argentino, cuatro tantos para Harper y cero dianas para Seleznov y Héctor Hernández, dos pufos de mucho cuidado. 

El siguiente curso fue Sadiku el que dio la cara. El Málaga marcó 35 goles de los cuales un tercio fueron del albanés, muy certero desde los once metros. Lorenzo González, Buenacasa y Antoñín fueron sus acompañantes. El de La Palmilla se tuvo que marchar en enero con cuatro goles, el resto se quedó en blanco. El problema del gol fue a más al curso siguiente. El Málaga lo intentó con los fichajes de Chavarría, Caye Quintana, Orlando Sá y Scepovic en última instancia. Entre todos sumaron diez goles. Una cifra que representó el 25% de los tantos del equipo. 

La temporada pasada los registros empeoraron gravemente. La falta de gol casi condena al descenso al equipo. 36 goles a favor y unos delanteros que estuvieron realmente mal. Sekou se quedó en tres, Chavarría no mojó y Roberto anotó dos. Fue Brandon, que no vino como delantero centro, el que maquilló el ataque. Sin olvidar a un Antoñín que fracasó estrepitosamente en ese aspecto. Si Fran Sol y Rubén Castro repiten sus cifras de las últimas temporadas, se podría hablar de unos 25-30 goles entre ambos jugadores, casi el 100% de lo conseguido por el Málaga en las últimas campañas. Rubén Castro – Fran Sol, una delantera que debe ser la vacuna del Málaga para un lustro de sequía.

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