La permanencia es una realidad. El sufrimiento del malaguista acabó horas después de celebrar de forma virtual la permanencia en La Rosaleda con el empate del Castellón. Ahora, me atrevo a preguntarle al administrador judicial: Sr. Muñoz, ¿y ahora qué?
Puede que la respuesta la encontremos cuando al término del partido, el entrenador, Sergio Pellicer, se dio un paseo en solitario por el césped de La Rosaleda en el que, seguramente, repasaría tantos momentos vividos esta temporada de subidones y bajones. Lo de Pellicer, nos guste o no su estilo, es digno de elogio. Seamos sinceros, el técnico ha tenido a sus órdenes una plantilla descompensada, falta de calidad, carente de gol y donde un portero convertido en ‘Santo’ y un grupo de canteranos, sin olvidar al veterano Luismi, han sido los artífices de la permanencia. Como en otras tantas jornadas, contra el Sporting y con el marcador en contra, me imaginaba a Pellicer mirando al banquillo de los suplentes preguntándose con quién podía contar para revertir la situación. Dioni, Manu Molina y el canterano Rafa eran los cartuchos con los que disparar con la esperanza de cambiar las cosas. Del resto de suplentes, de los que excluyo a Carlos López y Recio, poco o nada se podía esperar, algo que ha ocurrido durante toda la temporada.
Esta permanencia no es por casualidad, sino por el trabajo de un entrenador cuyo estilo no gusta, pero al que le debemos reconocer que no ha contado con las herramientas necesarias porque desde la dirigencia no se quiso invertir para elevar el nivel de la plantilla, ni durante el verano tras el ascenso, ni en el mercado de invierno. A Pellicer se le dejó ante los leones, y como buen domador, el técnico ha sobrevivido en la arena. Ese paseo solitario suyo sobre el césped de La Rosaleda, también me suena a la meditación de una posible despedida. Puedo estar equivocado, pero no creo que ‘Pelli’, pese a que tenga contrato en vigor hasta 2026, esté dispuesto a afrontar otro año como este.
Quien suscribe le aconsejó tras el ascenso del año pasado, que no siguiera en la silla eléctrica que es el banquillo de La Rosaleda porque se veía, como así ocurrió, que el club no iba a invertir en la plantilla. Con la administración judicial vigente, no se atisba que las directrices vayan a cambiar, como ya dijo hace meses el director general, Kike Pérez: “hacer muchos fichajes no es buena señal”. ¿Hay que estar ciego para no ver lo que necesita esta plantilla sin perder la base de la misma?
Como muchos malaguistas, solo pienso en una solución a la situación del club y esa pasa por el fin de la administración judicial, la venta del club y una propiedad que asuma este proyecto con el deseo de hacerlo viable. Durante las últimas semanas se ha extendido un rumor que insiste en que se ha llegado a un acuerdo de venta de la entidad, que al Thani habría aceptado una propuesta del mundo árabe que no tendría que ver con el grupo de Nasser Al-Kelhaifi, y que solo faltaría la obtención de la permanencia para que se certificara la operación. Como Santo Tomás, “hasta que no meta la mano en la herida, no creeré”, pero si algo tengo claro, y a la espera de ver si este rumor es real o no, es que la única posibilidad que existe para que este club tenga opciones de crecer, es dejando atrás la dictadura a la que se encuentra sometido.
PD Enhorabuena a los aficionados y jugadores de La Unión de Murcia por no conseguir el ascenso a Primera Federación, porque, con ello, puede que no le arrebaten a su club como pretende el grupo empresarial liderado por Daniel Pastor que llevó a cabo su compra para traerlo a la Costa del Sol. Queda que la Federación Murciana diga que no autoriza el traslado, lo que representaría un segundo revés para Pastor en su lucha contra el Málaga CF, pero, como dijo D. Francisco de Quevedo, “poderoso caballero es don dinero”, y, precisamente, las voluntades pueden cambiar por dinero.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga
Sr. Velasco, estoy de acuerdo con usted en la solución, pero, que se marche el administrador, solo conlleva que venga otro administrador, la verdadera solución radica en la venta del club o lo que es lo mismo la compra del club por alguien que este dispuesto a trabajar por y para el MALAGA CF.
Quiero ver al Malaga en primera, jugando competición europea o levantando títulos, pero ni el escudo ni la historia lo van a conseguir por si mismos. Necesitamos jugadores como los de este año, que se han dejado la piel y han respetado la historia del club dándolo todo en cada partido, pero también necesitamos la calidad de fichajes que mejoren futbolísticamente hablando a estos jugadores.