EL AMBIENTE ESTÁ ENRARECIDO

0
8

El partido del Málaga en Gijón ha dejado un cierto tufillo que no me ha gustado nada. Leyendo por redes sociales vi unas dosis de pesimismo fuera de lo natural y normal tras una derrota de este calibre. No nos engañemos, fue uno a cero pero pudieron ser tres o cuatro si Weligton no se disfraza de Michel Salgado o Kameni se vuelve a ganar, por fin, la llamada de su selección nacional a base de auténticos paradones. El ambiente está enrarecido y la moral de los malaguistas por los suelos. La sensación es que el partido de El Molinón lo hemos visto cien veces. Uno a cero, el equipo rival sin hacer mucho se lleva el encuentro y el Málaga es incapaz de reaccionar aunque tenga sesenta o setenta minutos para conseguir un gol. Es más, en Gijón la percepción era que el partido podía durar tres o cuatro días y el Málaga nunca conseguiría batir a Cuéllar.

 

Ayer hablaba con una buena malaguista que me resumía el sentimiento de gran parte de los aficionados que visitan La Rosaleda habitualmente. No están identificados con el equipo que hay sobre el césped, ni con los movimientos que hace la directiva de Martiricos a la que la ristra de excusas se les está acabando ya, el malaguismo tiene ojos, no son ciegos y poco a poco ven lo que se está haciendo con el club. Esto no es 1991.

 

La guerra fría entre Gracia y Husillos tampoco ayuda. El navarro no está cómodo ni feliz, al menos no tanto como la temporada pasada. Y no es por lo resultados, eso se puede revertir en cualquier momento con un par de victorias consecutivas, tiene unos motivas más profundos. Mientras el equipo la pasa canutas en la Liga, Husillos concede entrevistas donde en lugar de utilizar su habitual verborrea para calmar los ánimos, lanza algún que otro recadito al entrenador, vete tú a saber con qué intención. Y se marcha a miles de kilómetros en busca del nuevo Rescaldani cuando la solución puede estar mucho más cerca de lo que parece. Todos tienen su parte de culpa, aunque algunos más que otros. Termino con una reflexión, para ser mentiroso hay que tener buena memoria y me da a mí que algunos no la tienen.