Así fue la fiesta de los campeones de la BCL por las calles de Málaga

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El Unicaja llegando al Banco y a la Fundación en la Plaza de la Marina // Foto: UnicajaB Fotopress

A pesar de la lluvia y del mal tiempo de la tarde de este lunes 29 de abril, Unicaja aprovechó para hacer la habitual rúa de celebración por las calles de Málaga para compartir el premio con tod@s los aficionad@s del conjunto de Los Guindos. La fiesta, que inicialmente debía empezar a las 17:30 horas, se retrasó a las 18:00 horas para evitar la presencia de la lluvia. A pesar de ese retraso de media hora, la lluvia hizo acto de presencia en el primer tramo de la fiesta cajista. La afición está enamorada de su equipo y ni siquiera el mal tiempo les hace quedarse en casa. Visita a Unicaja Banco y a la Fundación, al Ayuntamiento. Y, por último, la ofenda floral en la basílica Santa María de la Victoria. De esta forma, así fue la fiesta de los campeones de la BCL por las calles de Málaga.

Desde el inicio de la tarde ya había aficionados que estaban esperando a los campeones en Los Guindos. Al grito de «Málaga, Málaga» y entonando el himno de Unicaja. Lo hicieron con mucha frecuencia y uno no se cansa. El himno de Pablo López es un emblema para la ciudad y fue el sonido que lideró la banda sonora de la fiesta. Amenizada también por la peña Los Mihitas que también animaron desde el autobús descapotable por todas las calles de la capital por donde pasaron los campeones.

La primera parada fue a la sede de Unicaja Banco situada en la Plaza de la Marina. Los jugadores estuvieron firmando autógrafos a mansalva, haciéndose multitud de fotos y selfies con los aficionados que acudieron a la primera de las tres etapas de la rúa del equipo de Ibon Navarro. Un lugar en el que Alberto Díaz fue el encargado de mostrar desde el balcón, el trofeo de campeones de la Basketball Champions League y donde el capitán alentó a las masas y empezó con el clásico cántico de «¡Campeones, campeones!». Aquí no tomaron la palabra los jugadores. Algo que sí hicieron posteriormente en la Casona del Parque.

Se volvieron a montar los jugadores en el autobús en un mini trayecto de dos minutos que les llevó desde el Banco hasta el Ayuntamiento de Málaga. Allí estaban presentes para recibir a los campeones tanto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. También, el presidente de la Diputación provincial, Francisco Salado. Todos los jugadores han recibido reconocimiento. Al igual que Ibon Navarro y su cuerpo técnico, así como, el presidente de Unicaja Baloncesto, Antonio Jesús López Nieto. De hecho, el máximo dirigente del club de Los Guindos ha mandado un mensaje desde el balcón en el que ha recalcado que este título se ha conseguido «gracias a todas las partes que contribuyen al club«.

Otros de los nombres más aclamados en la fiesta de los campeones ha sido el de Dylan Osetkowski. El californiano es vital en el proyecto actual del equipo de Los Guindos y uno de los cánticos más repetidos por parte de la afición en las últimas horas es el de: «¡Dylan quédate!«. El jugador tomó la palabra en el balcón del Ayuntamiento de Málaga y dio las gracias a toda la afición y dejó un mensaje lleno de ambición. «Y ahora… ¡Vamos a por la Liga!«, vociferaba el americano en el micrófono del balcón. Tras ello, los jugadores volvían al autobús descapotable para desplazarse a la basílica Santa María de la Victoria para realizar la clásica ofrenda floral. Camino más largo de la habitual por las obras que afectan al túnel de La Merced.

Otros de los grandes protagonistas ha sido Ibon Navarro. La gente cree a muerte en el plan del técnico vitoriano que en lo poco más de 800 días que lleva en el cargo de entrenador de Unicaja Baloncesto ya ha sumado dos títulos. La Copa del Rey de Badalona del pasado año y esta Basketball Champions League. El técnico vitoriano se ha hecho fotos y ha firmado autógrafos a prácticamente todo el mundo que ha estado por la rúa. Seguía emocionado y también afónico el míster de Unicaja. Liberado y contentísimo tras el triunfo en Belgrado.

Por último, el escenario que tocaba visitar era el de la basílica Santa María de la Victoria. Allí el Unicaja ha hecho la clásica ofrenda floral a la patrona que realiza cada vez que el conjunto de Los Guindos gana un título. Alberto Díaz e Ibon Navarro, después del discurso realizado por el presidente Antonio Jesús López Nieto, han sido los encargados de depositar el ramo de flores para la patrona. Tras ello, foto de familia y vuelta al autobús. Mucha gente ha hecho un pasillo humano en un lugar donde también muchísimos aficionados cajistas estuvieron arropando a los suyos. A partir de ahí, los jugadores de Unicaja han vuelto al centro de la ciudad y se ha puesto punto final a la rúa de celebración de la Basketball Champions League.

La pregunta ahora es la siguiente. Desde la prudencia y la ambición máxima: ¿Habrá nueva rúa en esta temporada? Razón: soñar con la Liga Endesa. De este modo, así fue la fiesta de los campeones de la BCL por las calles de Málaga.

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