«Brizuela: la familia y uno menos…»

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Merchán Radio Marca
AJ Merchán durante un programa de Radio Marca

En estos tiempos que corren, el periodismo crítico y contumaz no está bien visto. Y no hay una cosa que me moleste más que la hipocresía en el deporte profesional o la falsa modestia que viene a ser lo mismo. No creo en las lágrimas de cocodrilo de los profesionales y mucho menos me fío de  aquellos deportistas de élite que se besan el escudo, sobre todo cuando no besan siempre el mismo.

Cuando hablamos de deporte profesional, los sentimientos sobran casi siempre entre los protagonistas en las canchas y quienes les pagan el sueldo. Cualquier otro análisis que se haga a estas alturas es periodismo blandengue y, de paso, un ejército de “bien quedan”, muy propio de estos tiempos tan nefastos para la libertad de expresión y el periodismo puro y duro.

No pienso mentir a estas alturas de mi trayectoria profesional, me pareció mal la salida de Nacho Rodríguez del Unicaja tal y como se produjo. Él lo sabe y no por ello hemos dejado de ser amigos, hay que saber separar lo profesional de lo personal. Me pareció aún peor como Unicaja trató en su día a Carlos Cabezas, felizmente recuperado para la entidad cajista por el actual Presidente.

La inutilidad presidencial de aquellas temporadas provocó el adiós de Sergio Scariolo, justo cuando el CB Málaga debía asentarse en el baloncesto europeo como una referencia. Ha habido otras salidas y otros golpes a la línea de flotación del club, así como al sentimiento de la afición definida como “marea verde” pero que durante décadas tuvo que echar de menos el morado malagueño en sus camisetas.

Sin embargo en plena “luna de miel” entre la afición cajista, la actual plantilla, su entrenador, el director deportivo y el presidente, la salida de Darío Brizuela, se diga  lo que se diga, y quien lo diga, es un golpe en la línea de flotación. LA FAMILIA…, y uno menos. Sí, porque Brizuela, al igual que Alberto Díaz, han representado los dos pilares fundamentales de este proyecto.

“Ibon tiene un plan…”, se ha ejercido siempre de abajo hacia arriba como una especie de émbolo en los motores de combustión, donde todo el equipo funcionaba casi siempre a las mil maravillas pero en caso contrario estaban ellos dos. Y poco a poco el resto del conjunto cajista encontró un engranaje perfecto con un entrenador excepcional unido a una afición recuperada, aderezado después con el título de la Copa del Rey más brillante de su historia.

Por lo tanto, por muchas explicaciones, agradecimientos, palabras que ahora caen en saco roto, etc, que escriba o diga Darío, sólo hay una realidad: “Brizuela ha abandonado UNICAJA y a la familia cajista, para irse a un club que le privó de disputar la final de la Liga ACB hace poco más de un mes”. En otras palabras: deja tirado al club que le ha hecho grande, lo abandona sin mayor miramiento para avanzar en su carrera profesional  y, de paso, rompe una familia deportiva que a buen seguro reconstruirán el director deportivo, Juanma Rodríguez, el técnico, Ibon Navarro, así como el propio López Nieto, máximo dirigente del club.

De hecho así ha sido en cuestión de horas. Por supuesto que Darío está en su derecho, sólo faltaría, pero de ahí a reírle la gracia hay un abismo. Duele un poco más porque hace nada que renovó hasta el 2026, por lo que su compromiso y palabra con el club quedan en entredicho. De paso, una vez más y ya van unas pocas, la gestión presidencial del club es de sobresaliente cum laude, lo que deja en ridículo a la ignorancia de muchos que les ha llevado a una osadía sin límites para desautorizar el nombramiento de López Nieto como Presidente.

A los éxitos deportivos, hay que sumar ahora un ingreso económico para las arcas del conjunto cajista realmente significativo y el mayor jamás conseguido por el traspaso de un jugador español a otro club de la Liga ACB para el Unicaja. Sentado espero al próximo impresentable que cuestione los honorarios que percibe por su trabajo y para lo que fue contratado, ha recuperado a un club hundido en lo deportivo, con poca viabilidad de crecimiento y la afición abandonándolo.

¡Que le vaya bonito!, a Brizuela que dirían mis amigos mexicanos, que al Unicaja le vienen días de gloria pese a estas “traiciones”  profesionales, que a pocos parece molestar ya pero que a mí ni me gustan, ni aplaudo, ni me agradan.

LA FAMILIA Y…, UNO MÁS, desde anoche, bienvenido,  Kameron Taylor.

¡Unión, sentimiento y corazón!, UNICAJA.

5 COMENTARIOS

  1. Espero que toda la afición esté a la altura y se reciba siempre como uno de los nuestros, nos ha dado mucho, es lógico que siga creciendo y encima nos ha dejado un fondo para poder sustituirlo con garantías, que le vaya todo muy bien creo que se lo merece, y ha dado ejemplo a otros muchos que se fueron siendo muy desagradecidos, encima se llevaron a un malagueño más como es su hijo . MUCHA SUERTE EN TODO DARIO
    Merchan, esto es lo que se merece Dario y no lo que tu promulgars
    Ya me gustaría que fueras así con muchos a los que defiendes tanto sobre todo en el futbol

  2. Totalmente de acuerdo con tu comentario Alberto. Merchán es lo peor que le ha pasado al periodismo y deporte malagueños. Un ultra, a sueldo de unos pocos y cabreado porque su chiringuito, porque es suyo, dado que no llega ni al bajísimo nivel que exhibe Marca, se le ha ido al traste con lo que deja de percibir en publicidad con el descenso del Málaga. En fin, tenemos lo que nos merecemos, por dejar que un colchonero capillita se apropie de Marca Málaga

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