Pocos precedentes habrá de un equipo de baloncesto que se juegue tantísimo en septiembre. El Unicaja no puede fallar este fin de semana, tres días que están marcados en el calendario de Los Guindos hace meses. Cualquier otro escenario que no sea estar en fase de grupos, sería un auténtico fracaso, más si esa carta te la vas a jugar ante tu público; y ante rivales que por prestigio y cultura baloncestística están muy por debajo del conjunto malagueño. El Heroes Den Bosch, rival esta noche en semifinales (20:30 horas).
El Unicaja aún está poniendo los cimientos, tardaremos pues en ver a un equipo que sea verdaderamente reconocible. Pocas referencias se pueden sacar de una pretemporada algo caótica, donde apenas hemos podido ver un patrón de lo que va a ser el nuevo conjunto verde; salvo algún que otro chispazo en La Línea hace unos días, motivado por la llegada de Perry. Ibon Navarro podrá contar con el ex de Budocnost, recuperado de su tobillo; un jugador del que se espera mucho después de su gran Eurobasket.
Alberto Díaz y Brizuela jugarán entre algodones, pero el escenario invita a arriesgar. El club prepara un buen homenaje a los campeones de Europa. Poco tiempo para fiestas para lo que hay en juego sobre el parqué. «Están hechos polvo», comentaba Ibon ayer en sala de prensa. El objetivo es limitar sus esfuerzos lo máximo posible; dos jugadores que llegaron a Málaga hace solo 72 horas. Nadie se quiere perder una cita de esta trascendencia.
Será la primera toma de contacto del Carpena con todos los fichajes. Hay algunos que ya han mostrado una versión fiable en pretemporada, casos más reseñables los de Osetkowski y Kalinoski, quizás los más regulares. Se pudo ver al de San Diego el miércoles en la grada con la camiseta del Málaga CF, ya va calando en la afición cajista. Los mismos que reclaman un paso al frente de Carter, versión gris la suya en verano, a la espera de cómo le va a afectar la reincorporación de los bases.
Enfrente, un Heroes Den Bosch que sobre el papel no debería ocasionar grandes problemas a los de Ibon Navarro, eso sí rodados después del partido de cuartos ante el Siauliai, siempre una ventaja y más a estas alturas cuando aún hay pocos kilómetros en las piernas. Kohs y Naar (ambos con 17 puntos ante los lituanos) son los mayores peligros, dos nombres que mencionó Ibon Navarro en la previa.
No hay excusas. Dos partidos para demostrar que el Unicaja merece jugar BCL, lo contrario sería un durísimo varapalo a todos los niveles. Llegó la fecha en la que no se debe fallar.
