Un tropiezo con brotes verdes (83-77)

El Unicaja hoy sí tuvo orgullo sobre el parqué, pero acaba cayendo en Miribilla. Un Bilbao Basket que supo aprovechar el claro déficit de los visitantes en la pintura

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Ángel Delgado, frente al Unicaja en Miribilla / ACB PHOTO

El guion esperado. Un Unicaja muy mermado vuelve a sufrir un tropiezo en Liga Endesa; los de Katsikaris hoy sí dieron la cara y fueron capaces de pelear hasta el final. Pero es una cuestión de un querer y no poder. A remolque todo el partido y un Bilbao Basket con una marcha más desde el salto inicial, gracias a la superioridad física, digna de un partidos de niños contra adultos.

Sin Norris Cole, por decisión técnica, pero sí con Abromaitis, haciendo mucho daño desde la línea exterior en los primeros minutos. El norteamericano volvía con la expedición tras recuperarse del maltrecho tobillo. Ángel Delgado ya haciéndose fuerte en la pintura, el dominicano solo era intimidado por Rubén Guerrero, ya en el quinteto de salida. Rafa Luz ponía la máxima (16-10) con un triple; el excajista está completando una gran temporada bajos las órdenes de Mumbrú. Bouteille y Jaime igualaban el marcador; muy motivado el francés en su reencuentro con el Bilbao Arena: siete puntos para el de Roanne.

Puesta en escena esperanzadora de los visitantes, ya neutralizando las acometidas de los hombres de negro. Igualdad en el primer cuarto y una versión muy distinta a la que vimos el pasado martes. Hakanson lo cerraba con un triple sobre la bocina (23-21).

Las alarmas saltaban en Miribilla: un parcial de 10-0 obligaba a Katsikaris a parar la avalancha de los locales. Máxima ventaja para los de Alex Mumbrú (30-21). El Unicaja abusando más que nunca del tiro de tres, Jaime anotaba el sexto y cortaba el parcial. El ritmo había cambiado, la superioridad física de los bilbaínos obliga a los de Katsikaris a buscar otras soluciones (32-27). Delgado ya sumaba ocho puntos, haciendo mucho daño ante el déficit en el juego interior cajista.

Rada Luz desde lejos y la enésima gran acción del dominicano, estiraban a Bilbao Basket en el ecuador del segundo cuarto (39-29). Delgado seguía destrozando a los malagueños, el jugador más valorado de su equipo en la competición. Abromaitis, con su cuarto triple y pleno de acierto, daba alas a los hoy verdiblancos (41-36). Pero Masiulis ponía rápidamente el +10 (46-36). Francis Alonso anotaba la última canasta antes del descanso (46-38).

La superioridad de Bilbao Basket por dentro se traducía en el rebote (21-14). El trío formado por Delgado, Rafa Luz y Hakanson decantaban la balanza en los primeros veinte minutos a favor de los de Mumbrú.

La reanudación seguía con un guión muy parecido: un Unicaja insistiendo en el tiro de tres, esta vez surtía efecto: Brizuela acercaba a los de Katsikaris de entrada y Alberto Díaz ponía a los suyos a tiro (52-48). Los bilbaínos conseguían despegarse a base de esa superioridad física, con los colosos Withey e Inglis; los cajistas no tenían hoy armas para frenar a los poderosos pivots de Bilbao Basket (62-50). El pívot californiano era el gran quebradero de cabeza: 10 puntos y 12 rebotes para Withey ya en el tercer cuarto, muchos de ellos en ataque. Nos íbamos al último cuarto con un 64-53 para los locales, esa diferencia límite para terminar de romper el partido.

El Unicaja conseguía neutralizar a los locales en el último cuarto, la única vía para darle la vuelta al marcador. Alberto Díaz aprovechaba una falta antideportiva para reducir distancias (64-57). Pero volvía al parqué Delgado y conseguía darle un respiro a su equipo. Nzosa recortaba distancias, los malagueños necesitaban un pequeño parcial para tratar de resquebrajar a los locales. 71-61 a falta de tres minutos para el final; al conjunto de Katsikaris le costaba sudor y lágrimas sumar puntos fáciles. Jaime Fernández desde lejos daba esperanzas a los cajistas (71-65). El marcado se estrechaba, pero Withey volvía a sumar, la gran pesadilla hoy en Miribilla. Inglis con una suspensión daba casi la puntilla al Unicaja con apenas un minuto por disputar (75-66).

Brizuela tiraba de orgullo y ponía a su equipo a cuatro (77-73) a falta de treinta segundos. No fallaban los hombres de negro desde la personal, la remontada era imposible. El alero vasco cerraba el definitivo 83-77.

1 COMENTARIO

  1. Venga cambio de jugadores venga fichajes y el equipo sin funcionar.
    Otro Málaga,un quiero y no puedo.

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