La preocupación de las empresas por el bienestar de sus trabajadores, no sólo beneficia a estos, sino que también mejora la cuenta de resultados»

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En la mañana de hoy ha tenido lugar en las instalaciones de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) un desayuno informativo, en el que se ha analizado el mapa actual del absentismo laboral en nuestro país, y más concretamente en las empresas malagueñas.

El acto, organizado por el Hospital Vithas Málaga y (CEM), ha tenido como invitado y ponente principal a Enrique de Benito, director del Área de Empresas del grupo hospitalario, quien ha expuesto el actual panorama del absentismo laboral para, a continuación, debatir sobre ello en una mesa redonda compuesta por los responsables de Personas y RR.HH. de tres empresas referentes de nuestra ciudad y provincia: TDK, Trops e Idiliq Group.

De igual forma, en la jornada han estado presentes representantes de las tres instituciones implicadas en la organización de este desayuno. Por un lado, Rubén Sanz Cartagena, gerente del Hospital Vithas Málaga, Natalia Sánchez Romero. vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de CEM, así como Julio Andrade Baeza, presidente de la Comisión de Formación de la Cámara de Comercio de Málaga.

¿Qué está ocurriendo con las bajas derivadas de una ITCC?

La actual demora de las listas de espera (en Andalucía, por ejemplo, se sitúan en 123 días para ser recibido por un especialista o 134 de media para ser intervenido) conlleva unos gastos económicos que deben ser asumidos por la empresa, así como un empeoramiento de la salud del empleado. Todo ello está provocando que cuando un trabajador causa baja por un problema de salud derivado de un accidente no laboral o enfermedad común, lo que se denomina “incapacidad temporal por contingencia común” (ITCC), ésta pueda extenderse semanas, o incluso meses. De hecho, en patologías musculoesqueléticas como fracturas, algias o heridas, el tiempo medio de baja se sitúa ya en los 60 días. Y si, por ejemplo, la patología es de índole psicológica o psiquiátrica, este periodo de convalecencia se extiende hasta los tres meses.

Para Enrique de Benito, las cifras hablan por sí solas. «El 85% del gasto de las empresas en absentismo laboral se produce en ITCC, y debido a las largas listas de espera sanitarias. Aunque es cierto que el 70% de las bajas en ITCC tienen una duración inferior a 15 días (lo que supone un 8% del gasto), también es verdad que el 10% de las bajas son superiores a 90 días y suponen el 70% días de baja».

En cuanto a las listas de espera actuales, el director del Área de Empresas de Vithas reconoce que «aunque tenemos uno de los mejores servicios públicos de salud del mundo, también es cierto que éste se encuentra actualmente saturado». En esta línea, aporta un dato contundente: «Para un trabajador con sueldo de 1.837 € (medio Andalucía), y si hablamos, por ejemplo, de un proceso traumatológico completo, sólo la demora tiene un coste aproximado de 6.226,53€ sin complemento, sustitución y costes indirectos».

Proactividad y detección precoz, claves principales a la hora de reducir las tasas de absentismo laboral

«¿Cuál es el coste de no hacer nada ante una tendencia al alza del absentismo laboral?» Esta pregunta puesta en la mesa por De Benito, cobra especial relevancia cuando se acompaña también de datos y cifras económicas que indican el coste que para una empresa supone mantenerse inmóvil ante los casos de absentismo laboral en su plantilla. «La diferencia entre “invertir” en detectar y abordar precozmente las patologías, lesiones o accidentes que pueda sufrir el trabajador, o asumir los costes económicos y de organización una vez qué este se ha visto obligado a solicitar una baja laboral por contingencia común son enormes. Está comprobado que la preocupación de las empresas por el bienestar de sus empleados tiene efectos positivos no sólo en estos, sino también en su productividad y, por ende, en la de la propia organización» afirma el experto.

Y es que cuando hablamos de bajas laborales, es decir, las ocasionadas en el puesto de trabajo, son las mutuas las encargadas de gestionarlas. Pero, ¿qué ocurre con las ITCC? En esta línea, desde el Área de Empresas de Vithas se pone a disposición de las compañías una serie de servicios de medicina preventiva como chequeos a directivos, campañas de salud, u otro tipo de servicios previos a la solicitud de la baja como pruebas diagnósticas, consultas, apoyo psico-emocional o diferentes tratamientos. Todo ello, con el objetivo de “prevenir antes de curar”.

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