@SuarezRMarca | Con Pau Gasol, sí, pero sin ritmo ni concentración. Ni siquiera la fuerza del público malagueño que casi llenó el Carpena pudo levantar el partido ante Lituania, que volvió a vencer con un Kuzminskas (13 puntos) muy entonado en su regreso a Málaga.
España comenzó arrasando en el encuentro, con Hernangómez imponiéndose en la pintura a Valanciunas y con el perímetro alimentando de puntos a los de Scariolo. Basta recordar el 7-0 de inicio, el 22-8 en el ecuador y el 23-15 del final del primer cuarto para darse cuenta de la intensidad y el acierto que pusieron los españoles.
Sin embargo, fue un espejismo. Porque Lituania, de la mano de Kuzminskas, 10 puntos en el segundo cuarto, y con una Domas Sabonis muy motivado, empezó a ahogar el juego local. La precipitación hacía mella y los puntos ya no entraban con tanta fluidez. Se perdían balones sencillos en contragolpes y en estático, a pesar de las rotaciones en la dirección, Scariolo no encontraba el quinteto ideal en la cancha. Ni Pau, que notó la inactividad y los pocos entrenamientos que lleva tras sus vacaciones.
Al descanso, los lituanos ya habían igualado un choque que romperían en el tercer cuarto. La defensa hacía aguas por todos los sitios y el ataque seguía tan inoperativo como antes, muy fallones incluso en los tiros libres. Algo que al final se pagaría caro. España quiso correr más, empujar más, llegar más alto, y casi lo consigue. Los bálticos también bajaron el nivel y el encuentro llegó a igualarse en los últimos tres minutos.
Pero como ya sucedió el lunes en la prórroga, la ÑBA no supo jugar esos instantes finales y el choque se terminaría decantando a favor de una Lituania que se lleva una gran dosis de moral tras derrotar dos veces en apenas cuatro días a la campeona de Europa. Mucho trabajo por delante tiene Scariolo para que los suyos recuperen el nivel del verano pasado en Francia.
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