Sin bases y a lo loco en Brescia

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Francis Alonso Unicaja
Francis Alonso durante el partido // Unicaja PhotoPress

Podría ser el título de una película o del partido que Unicaja vivió en Brescia. Los malagueños estaban bien cuando Mekel, único base sano de la plantilla, se lesionó. El partido se complicó y el cuadro malagueño tuvo que remar a lomos de Axel Bouteille y un buen Brizuela. El juego exterior volvió a ser la referencia de un equipo que sigue creciendo y que se aferra al liderato de grupo en la Eurocup.

Unicaja arrancó el partido demostrando que iba a ser una buena noche desde el perímetro. Los de Casimiro comenzaron con dos triples, de Abromaitis y Francis Alonso, secundados con un dos más uno de Thompson que dio la primera pequeña renta a los cajistas (4-9). Cline contestó desde la línea de 6,75 y la respuesta de Unicaja fue todavía más contundente, en forma de tres nuevos triples de Francis Alonso, Abromaitis y Mekel. El Armani Brescia solo tenía a Cline como referencia en el exterior, por lo que el partido estaba más o menos controlado para los malagueños. Emergió entonces la figura de Ristic. El serbio comenzó a hacer daño en la pintura y las fuerzas se equipararon hasta el 24-26 con el que se llegó al final del primer cuarto. Rubén Guerrero sumó puntos al igual que el canterano Pablo Sánchez.

La remontada italiana se culminó pronto en el segundo cuarto. Un parcial de cinco a cero para los de Buscaglia, que estrenaba cargo. El cuadro español se repuso bien al ataque italiano. Unicaja comenzó a ponerse serio en su zona y la consecuencia fue un parcial de cero a siete con Brizuela como protagonista. El choque estaba igualado pero cada vez que el Brescia se acercaba, los malacitanos imponían su ley desde la línea de triples. Kalinoski y Burns volvieron a equilibrar la balanza justo antes de la lesión de Mekel. El base se tuvo que retirar tras recibir un fuerte golpe en su mano izquierda. Abromaitis y de nuevo Brizuela remaron hasta la orilla del descanso para que Unicaja se marchase dos arriba. (46-48)

Unicaja afrontó todo el segundo tiempo sin bases en Brescia. Los de Casimiro se apoyaban en la pintura, con Rubén Guerrero, y el juego exterior, Axel Bouteille. El francés estaba desatado y bajo su batuta el Unicaja fue templando los problemas y asentando una pequeña renta de puntos. Las defensas eran las que mandaban en un cuarto que fue muy pobre en anotación. Así lo decía el parcial de 8-11 con el que acabó el tercer acto. Unicaja mantenía la renta a costa de una férrea defensa e intentando dar algún latigazo desde el perímetro. (54-59)

El conjunto de Los Guindos volvió a saltar algo dormido a la pista. El Armani Brescia aprovechó el despiste para volver a igualar el encuentro. Moss, Bortolani y Crawford empataron el partido obligando a pedir tiempo muerto a Luis Casimiro. Eran los momentos decisivos del partido para un Unicaja inseguro debido a los contratiempos. Bortolani volvía a acertar en el aro costasoleño desde lejos y Bouteille era el que contestaba. Brizuela rascó un dos más uno que seguía dejando por delante a un Unicaja cada vez más presionado.

Crawford anotó de tres y las alarmas sonaron fuerte para los verdes. Fue de nuevo el momento de Axel Bouteille. Triple y gesto de rabia para espolear a Unicaja que hizo de nuevo un buen parcial. La estrella volvió a repetir y con un nuevo triple dejó finiquitado un partido que llevó a Unicaja hasta la extenuación. Los tiros libres y tiempos muertos se sucedieron hasta el 79-83 final a favor de Unicaja en Brescia.

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