EL DEPORTIVO ROMPE EL SUEÑO DEL ASCENSO (0-1)

0
29
Bergantiños marcó el gol de la victoria

@Pedromartinper | El sueño del ascenso se convirtió en pesadilla. El Málaga, que asedió durante todo el partido al Deportivo, con dos palos incluidos, perdió inexplicablemente el partido y con él la oportunidad de pasar a la final de los Playoffs.

 

Con un ambiente nunca vivido antes en La Rosaleda en esta temporada. Una afición que se encargó de alentar a sus jugadores a la llegada al estadio y durante el calentamiento, haciendo así el primer gol de los suyos. Pero ese tanto no es el que servía, por ello los hombres de Víctor, con Harper e Hicham como sorpresas en el once, se encargaron de buscarlo una y otra vez.

 

Con más corazón que juego. Así fueron los primeros 45 minutos del conjunto blanquiazul, que avasalló a su rival desde el minuto uno. Ontiveros, una vez más, levantó al público de sus asientos con un póster y un larguero que, de haber entrado, hubiese cambiado drásticamente el devenir del encuentro. Si Ontiveros fue un puñal por la izquierda, Hicham fue todo lo contrario. Lo intentó varias veces, pero sin éxito, por lo que Víctor lo sustituyó al descanso, dando entrada a Renato, titular en Riazor. Todo por decidir en la segunda mitad.

 

El segundo tramo comenzó igual que el primero, con ataques continuos por parte del Málaga. En una falta lateral llegó la ocasión más peligrosa hasta el momento. Harper, con todo a su favor y casi en boca de gol, disparó alto, desaprovechando una jugada más, o lo que es lo mismo, una acción menos para marcar. Este aviso llevó a Martí a realizar su primera sustitución. Salió Vicente Gómez, más defensivo, y entró Cartabia. Acto seguido, el segundo en el Málaga: entró Koné por Harper.

 

Estudiando los tiempos. Con un Málaga volcado, el Deportivo de la Coruña se encargó de enfriar el partido con pequeñas, pero continuas faltas y perdiendo tiempo cada vez que un jugador coruñés caía sobre el césped de La Rosaleda. Y los blanquiazules cayeron en su trampa con un fútbol acelerado y donde el corazón tenía más cabida que la cabeza. Siguieron intentándolo sin desistir, pero el Deportivo, bien plantado, repelía cualquier atisbo de peligro.

 

Con cada segundo que pasaba, el malaguismo empezaba a despertar del sueño del ascenso, todo lo contrario que los seguidores deportivistas desplazados, que festejaban el pase a la fase final de los Playoffs. Poco más sucedió en los últimos minutos, donde las fuerzas empezaron a fallar en las piernas de los jugadores locales, mientras que los visitantes crecían, por vez primera en el partido, con el balón en los pies. Pero el peor capítulo aún estaba por llegar. En un disparo sin aparente peligro de Bergantiños, Munir erraba en el blocaje colándose el balón en su propia portería. La crueldad del fútbol se cebó con el Málaga. Se ascenderá, eso todos lo saben, pero habrá que esperar, al menos, un año más.