@JuanjeFernandez || Con la enfermería del filial muy transitada, se presentó el conjunto blanquiazul en Maracena. A las lesiones ya conocidas de Cristian -esguince del ligamento externo del tobillo izquierdo-, Zalea -síndrome de la cintilla iliotibial de la rodilla derecha-, y Ernesto Gómez pubalgia, se unen las de Alberto López – rotura de recto anterior izquierdo- y Rufo – rotura de gemelo izquierdo-.
La primera parte fue un vendaval malaguista. Calero a los dos minutos e Iván Rodriguez, desde el centro del campo, al cuarto de hora, pusieron el partido muy de cara para los de Salva Ballesta, que parecían olvidar así la racha de cinco derrotas a domicilio consecutivas. El juego era fluido y los malaguistas pudieron incluso ampliar su ventaja antes del ecuador, pero en una ocasión aislada para los locales, Moi recortó distancias en el ocaso de los primeros cuarenta y cinco minutos.
La segunda mitad fue otra historia. Los fantasmas de anteriores partidos a domicilio aparecieron y el Maracena apretó fuerte nada más iniciarse el segundo acto. El filial aguantaba en un campo complicado y bajo el duro frío granadino, pero el gol del Maracena no tardó en llegar. El 2-2 fue un mazazo para los malagueños que habían sido superiores todo el tiempo. Salva movió el banquillo y aunque se notó la mejoría, el gol de la victoria no llegó.
El empate no sirve a ninguno, aunque el filial se coloca segundo a la espera de que se jueguen el resto de partidos de la jornada.
