Debido al calendario del Málaga en las diez primeras jornadas, ganar al sorprendente Eibar resulta fundamental para los de Javi Gracia. Los tres puntos de este domingo son cruciales para contar con un colchón medianamente razonable antes de jugar de nuevo ante rivales de mayor enjundia por presupuesto y fichajes que el club blanquiazul.
Han pasado demasiadas cosas entre todos los dirigentes del club y en todas las parcelas, tanto directivas como deportivas, como para que no viniese como agua de mayo el parón por los encuentros de las selecciones. Ha servido también para que Javi Gracia conociese el paraíso de concentrarse en Benahavís y se preguntase cuáles son los motivos de buscar otros lugares lejanos para las pretemporadas.
Las vacaciones de Vicente Casado y su desaparición de la escena pública durante casi dos semanas han aplazado las numerosas explicaciones que, antes o después, tendrá que dar por sus continuos cambios drásticos de opinión. Por ejemplo, el alto coste salarial que mantiene el club en sus nóminas fuera del terreno de juego o en el vestuario. O los motivos que han llevado al club a filtrar que futbolistas como Demichelis o Julio Baptista puedan regresar al Málaga. O no esperar a Javi Guerra hasta el final para que después fiche y refuerce a un rival directo como el Rayo Vallecano.
Si a esto le sumamos la salida de Darder, la llegada de un fichaje ‘estrella’ de la mano del jeque y la poca inversión en comparación con los ingresos obtenidos en las ventas, se hace de obligado cumplimiento obliga una entrevista extensa y centrada con el director general.
Así que ganar al Eibar se convierte en necesario e imprescindible para tener tranquilidad en la tabla clasificatoria y que todo se calme un poco, pese a los muchas decisiones decepcionantes que han
llevado a la afición a desencantarse con las mismas.
Es evidente que ganar al cuadro vasco esta vez representa algo más que los tres puntos en juego.
