CUANDO UNA PERSONA LOGRA EL MAYOR DE MIS RESPETOS

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En las últimas horas Málaga ha conseguido mucho peso y presencia significativa en el nuevo gobierno de la Junta de Andalucía. Su presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, es malagueño, como lo son también Elías Bendodo, Consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior; y Javier Imbroda, Consejero de Educación y Deporte.

 

En el caso de Elías Bendodo, la Diputación Provincial pierde al mejor presidente que ha tenido en los últimos 25 años, cierto es que llegará a ella, tras ser investido, Francisco Salado, actual alcalde del Rincón de la Victoria y hombre de total confianza del máximo mandatario del Partido Popular malagueño. El deporte malacitano ve alejarse a la capital hispalense a uno de sus mejores educadores, Javier Imbroda. Si logra impartir su cátedra deportiva tal y como lo hizo en Mayoral Maristas, Unicaja, Real Madrid y la Selección Española, sólo puede ganar Andalucía.

 

Sin embargo, en medio de todas estas buenas nuevas para la capital de la Costa del Sol hay una pérdida irreemplazable. Antonio Jesús López Nieto, mano derecha de Elías Bendodo, y que por sus obligaciones profesionales con el fútbol español no ha podido seguir al Consejero de Presidencia para su nuevo cometido en Sevilla. López Nieto, hombre íntegro y gestor extraordinario además de ser una persona que se viste por los pies, ya me informó de ello hace casi un mes -el periodista vale siempre más por lo que calla que por lo que cuenta.

 

Abandona la Oficina del Alcalde de la Diputación de Málaga y, de paso, su extraordinaria gestión aplaudida ayer y reconocida por más de treinta y cinco alcaldes de la provincia. Todos ellos les dieron las gracias personalmente y lamentaron su dimisión. Sí, porque el colegiado internacional malagueño, un árbitro nunca deja de serlo, tal y como había asegurado a los más íntimos se fue un minuto antes de que lo hiciese su amigo y compañero inseparable en la política malagueña todos estos años, Elías Bendodo. Atrás quedan casi 12 años de gestión deportiva municipal y supramunicipal inigualables. Infinidad de mejoras y césped artificial en todos los campos de fútbol base malagueños en la capital y en la provincia. Ayudas articuladas a los pueblos desde la oficina del alcalde sin tener en cuenta los colores políticos de cada uno de los ayuntamientos. Horas y más horas dedicadas a su trabajo en la Diputación Provincial pero siempre entre bambalinas. Infinidad de eventos deportivos nacionales e internacionales que solo el prestigio que López Nieto tiene ha logrado traer a Málaga.

 

Si los mencionó todos estaría escribiendo tres dias. Como muestra baste el botón de la Vuelta Ciclista a España, partidos internacionales de fútbol, la Copa del Mundo de Fútbol paseando por la provincia, el torneo internacional de baloncesto, etc, etc, etc; hasta decir basta. Pero sobre todo se marcha un hombre respetado entre quienes han trabajado con él todos estos años en el Ayuntamiento de Málaga y en la Diputación Provincial. Su camino, es normal, seguirá ligado al fútbol patrio y al arbitraje. Allí donde esté seguro que deja bien a Málaga y a los malagueños. Sin ninguna duda se le va a echar de menos como gestor y sobre todo como persona. En las distancias cortas ni es lo arisco que parece, ni es antipático y se viste por los pies. No es poco en los tiempos que vivimos si a ello le unimos que tiene una lealtad incondicional con sus amigos.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.