EL CENTRO DEL CAMPO GRANADINO BORRÓ AL MÁLAGA

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Fran Rico, Javi Márquez, Robert y Piti se cenaron anoche en Los Cármenes a un Málaga desangelado y con un centro del campo, sin Juanpi por delante presionando pues estaba tocado por unas pequeñas molestias, borrado del campo por los granadinos.
 

Camacho, que juega con muchas molestias en su pubis y ello lastra al equipo, y Sergi Darder, que
suele desaparecer en los partidos donde el rival pone más intensidad y testiculina, fueron un
juguete roto en manos de la zona medular rojiblanca.

 

El planteamiento de Javi Gracia fue absurdo como ya se ha visto tantas veces esta temporada cuando el rival es inferior a los blanquiazules. No es  normal que el equipo ceda el campo, el balón y el dominio a un rival tan presionado por la permanencia que termine creyendo que es superior a los malaguistas.
 

Los costasoleños no tuvieron ni intensidad, ni ganas ni empuje ni fútbol ni arrestos ni lo que hay que tener para afrontar este envite. Se salvan Kameni, que evitó tres goles claros del Granada,
y Juanmi, sin fortuna, pero que peleó hasta la extenuación cada balón que le llegó cada no sé cuántos minutos.

La maldición de los de Martiricos se mantiene en la ciudad de La Alhambra. Y yo soy poco amigo de creer en las casualidades. Con la que está cayendo en la LFP y en Pamplona hay que ser como la mujer del César, serlo y parecerlo. No digo que pasase nada ajeno al juego pero, desde luego, si quieren un encuentro para investigar, y ayer los focos estaban en Granada, este tuvo todos los ingredientes salvo por el espectacular partido del guardameta camerunés.

La excusa de que "los partidos cerrados se nos dan mal", Gracia DIXIT, es complicada de asimilar cuando el dominio del balón no es tuyo y el del envite tampoco. Si el Málaga no quiere pasarse un tercio del campeonato a la luna de Valencia y sin pelear por Europa, los dirigentes del club sabrán, deben de seguir peleando al doscientos por cien y los futbolistas dejarse el alma en cada partido.
 

Europa nos espera, veremos si el club quiere ir o renuncia a ella. En noches como la de Granada la alargada sombra de aquella segunda vuelta de Fernando Sanz se nos aparece como una pesadilla.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.