Desgraciadamente, este país cada vez tiene menos cordura, y lo que es peor, desde el Partido Popular, incluso con mayoría absoluta en los ayuntamientos, son capaces de traicionar a casi cualquier institución con tal de quedar bien ante la ciudadanía y aparentar que se está a favor de lo ecológico y de los grupos de la extrema izquierda más aberrante.
Que el Partido Popular de Alhaurín de la Torre y su alcalde, Joaquín Villanova, aprobasen ayer una moción del grupo Alhaurín Despierta para instar a la Federación Andaluza de Tiro a Vuelo que no celebre en la localidad torneos con animales, que en este caso no sufren más de lo que lo harían en una granja moderna, es cuando menos una aberración.
Villanova, actual alcalde, ha sido además visitante habitual de Jarapalos durante muchos años y ha compartido mesa y mantel con no pocos presidentes de la Real Sociedad de Tiro de Pichón de Málaga, uno de los mejores de España y Europa. La hemeroteca es fiel testigo de ello y no son pocos los eventos nacionales e internacionales que dejaron pingües beneficios en las arcas municipales de Alhaurín de la Torre, sin contar los numerosos puestos de trabajo al respecto.
Los últimos dos mundiales de Tiro a Vuelo o de Pichón, animal que dejará de existir sin la práctica de este deporte, dejaron en Málaga y su provincia no menos de tres mil millones de las antiguas pesetas. Entre alojamientos, inscripciones, gastos de restauración e infinidad de jugadores en el Casino de Torrequebrada o el de Andalucía en Marbella, los ingresos para la capital de la Costa del Sol y la repercusión informativa de los campeonatos fue extraordinaria.
En cualquier caso, la moción llega tarde pues este deporte se está muriendo solo, entre otras cosas, porque no ha sabido regenerarse ni tiene relevo generacional. Pero una cosa no quita la otra y, desde luego, el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre sólo puede poner excusas de mal pagador para tratar de desacreditar al club que no hace tantos años, al menos, ponía al pueblo en el mapa.
