LA PRESIÓN DE VIDORRETA Y UN TRÍO ARBITRAL CONDICIONADO PUEDEN CON UN MAL UNICAJA

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En su idea lo logró Aíto García Reneses cuando era entrenador del FC Barcelona. Provocó la presión mediática suficiente para calentar el cuarto partido de la final de la Liga ACB frente al Unicaja de Javier Imbroda. La prensa catalana condicionó al trío arbitral, que en todas las decisiones de cierto relieve favorecieron, en ese encuentro y en el quinto partido, al conjunto catalán. El Unicaja jugó ayer un mal partido y entró con mal pie en su partido frente al Iberostar Tenerife en la cancha canaria. Sin embargo, el alumno aventajado de Aíto, el entrenador vasco TXUS VIDORRETA, consiguió su objetivo.

 

Desde que perdió el encuentro en Málaga ha ido calentado el ambiente, condicionando al trío arbitral quejándose de la diferencia de faltas señaladas a uno y otro equipo en el primer envite. Curioso, porque y tal como defiende el cuadro tinerfeño lo extraño es que buena parte de sus jugadores no acaben con cinco faltas. En este segundo partido de los cuartos de final de la Liga ACB han jugado tan al límite que incluso rozaron la agresión física en determinadas jugadas.

 

No es lógico que quien más alza la voz, carga contra los árbitros y calienta premeditadamente el ambiente de un partido sea el beneficiado de tales actos. Sin embargo está visto que en la ACB este tipo de comportamientos  suelen dar buenos réditos a quienes los practican. Por lo tanto, sin ánimo de imitar en su deleznable comportamiento al técnico vasco del Iberostar Tenerife, sí que invito a la afición malagueña  a llenar el Palacio de los Deportes José María Martín CARPENA para animar y tratar de llevar en volandas al cuadro malagueño.

 

Con la animosidad y deportividad de siempre pero sin olvidar que VIDORRETA no se ha parado en tablas para perjudicar, más allá de lo deportivo, al conjunto costasoleño. Joan Plaza y sus jugadores más vale que se aten los machos y pongan sobre el parqué, además de su inteligencia en el juego, los arrestos necesarios para ganar el tercer y definitivo envite. Porque además de todo lo comentado es difícil jugar peor de lo que lo hizo Unicaja en Tenerife anoche.