SERVANDO CIDONCHA, UN AMIGO INCOMPARABLE

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Cuando se escriben unas líneas para recordar la figura de una persona que se nos ha ido, siempre se trata de glosar su trayectoria profesional con su comportamiento en la vida. Si es un personaje famoso al que has conocido, resulta relativamente sencillo. Cuando se une a ello una cierta amistad es algo más fácil aunque sea doloroso. Pero cuando se va un amigo de los de verdad, ese hermano mayor que uno no ha tenido, mezclado con la dosis paternal necesaria, escribir sobre su marcha hacia la eternidad es un verdadero suplicio.

 

Sin embargo, para los que creemos en la resurrección de las almas a través de la fe cristiana siempre hay una esperanza de vida eterna a pesar de la pena por tan irreparable pérdida. ¿Verdad, Paqui? Anoche se nos fue para siempre de esta vida terrenal mi gran amigo, consejero y apoyo en mis inicios como pequeño empresario, SERVANDO CIDONCHA FERNÁNDEZ.

 

En La Garrovilla (Badajoz), nació un malagueño y churrianero de adopción, porque el verdadero malacitano nace donde quiere. Con sus propias manos construyó hace más de 30 años lo que hoy conocemos como el mejor chiringuito arquitectónico de Málaga, situado en el Paseo Marítimo de Guadalmar. Una vida entera dedicada a su familia y su trabajo ofreciendo los mejores espetos de sardinas de Málaga y con una profesionalidad y amabilidad impropia de muchos otros en este sector.

 

Su esposa, Paqui, siempre a su lado y en la cocina un año tras otro, después de haberle visto dejarse la vida trabajando en la obra como un león, para poder tener un negocio de ambos que mejorase la situación familiar. Churriana entera se alegró cuando el Chiringuito Servando se convirtió en punto de referencia en Guadalmar, de hecho, durante casi tres décadas el único oasis en medio de la nada.

 

Servando nos ayudó tanto a mi esposa Asun y a mí en nuestros comienzos que la amistad que ya tenía con él se convirtió en una relación de complejidad con los años. Del agua que nos traía a los jugadores del  CD Churriana cuando entrenábamos en la playa cercana a su chiringuito -qué tiempos aquellos-, al apoyo indefinido a nuestro trabajo como productora o como emisora de radio.

 

Radio Marca Málaga no se entendería durante sus primeros doce años de vida sin la cuña del Chiringuito Servando. Sus novedades y crecimiento como punto de encuentro del malaguismo propiciaron reuniones de primer nivel de los Juan Ramón Muñiz, Fernando Sanz, Albert Luque y otros muchos malaguistas de postín. Pablo, su inseparable amigo y crack del pádel, le acercó al chiringuito a las estrellas del Málaga CF de la Champions, y al propio Manuel Pellegrini en más de una ocasión.

 

Servando fue un malaguista ejemplar que sufría con su club y que en cuanto pudo ayudó siempre a los demás. Alma mater del CD Churriana junto a Manolo Plaza varios años, siempre estuvo ahí cuando fue necesaria su presencia en la directiva, en lo profesional y en lo económico.

 

Su esposa, Paqui, junto a él, siempre volcados con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Maria Santísima de los Dolores de Churriana, sede parroquial en la iglesia de San Antonio Abad. Pero con Servando siempre he tenido una amistad que iba más allá de lo habitual en tanto en cuanto nos contábamos todas las dificultades de nuestras empresas y los pequeños problemas familiares que el paso del tiempo va generando.

 

Han sido muchas las dificultades y me resulta muy injusto, a veces me pregunto en qué estará pensando el Todopoderoso, que ahora no pueda disfrutar junto a Paqui y sus nietos de una merecida jubilación, palabra que nunca entró en su diccionario.

 

Sus hijos, Gema, Servando y Rocío, reciben un legado de vida ejemplar y extraordinaria. Hoy, cuando sus familiares y amigos le despidamos en la Parroquia de San Antonio Abad al filo de las cinco y cuarto de la tarde, no será un adiós sino un hasta pronto. Seguro que desde su tribuna celestial descansará para toda la eternidad a la derecha del Padre, flanqueado por Jesús Nazareno y con la intersección de nuestra madre y señora María Santísima de los Dolores.

 

Me dice hasta luego mi incomparable amigo Servando, se me ha ido algo más que eso, hoy he perdido media vida. Ya no le contaré cómo siguen las cosas, ni como va nuestra hija Miriam en sus estudios universitarios, ni lo bien que se encuentra mi esposa Asun cuando habla con la suya y nos tiran de las orejas a los dos, con mucha razón por cierto. Ni voy a poder dejarle nuestros detalles navideños compartidos en su cocina deseándonos un nuevo año lleno de alegría y plenitud. Ya nada será igual pero seguiremos hablando gracias a nuestra fe y a nuestra amistad.

 

¡Descansa en Paz!, amigo paternal, ejemplo a seguir, y cuídanos desde ahí arriba, de manera especial a Paqui.

 

Y como siempre hemos dicho: ¡Memoria, Compromiso y Fe!, para nuestro Málaga CF.