Somos el Málaga, nada ni nadie puede secuestrarnos, y aquí estamos de nuevo

Editorial de Antonio Jesús Merchán tras la salida de Al Thani como gestor del Málaga

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Merchán Radio Marca
AJ Merchán durante un programa de Radio Marca

Siempre me gustó la radio. La magia de las ondas y lo que representaba en mi niñez. Más tarde, cuando  algunos jóvenes tuvimos que ser adultos antes de tiempo -en los años 80 no se pasaba de la infancia a la juventud prematura-, se convirtió en la pasión de mi vida hasta nuestros días.

Nunca me mostré irrespetuoso con los dirigentes del club blanquiazul de nuestras pasiones, aunque sí he sido siempre atrevido y consecuente con lo que pensaba de cada uno de ellos desde los tiempos del educado Pérez Gascón

En mis casi 38 años en los medios de comunicación he informado de muchas y variadas noticias del mundo del deporte y de la información general. He narrado los momentos más mágicos del Caja de Ronda, de Mayoral Maristas y luego del gran club como resultado de la fusión de ambos, Unicaja. He retransmitido las dos promociones del CD Málaganombre hoy de mi propiedad que cederé en su momento y sin ánimo de lucro a la Fundación Málaga CF-, frente al Espanyol y el Cádiz. Su desaparición en manos de Toboso y los desvelos de grandes malaguistas como Pepe Losada o José París, o los no menos malaguistas de honor como Pepe Gallardo y el extraordinario doctor Jesús Burgos Hurtado de Mendoza. Su incondicional apoyo al club de sus amores en Beasain a poco menos de dos semanas de fallecer y en silla de ruedas quedará grabado para siempre a sangre y fuego para la historia del malaguismo.

Como otros muchos, estuve en Jerez de los Caballeros y en el interior del autobús apedreado y destrozado del Atlético Malagueño. Ahí grabé esos terribles minutos mientras los blanquiazules celebraban el ascenso a la Segunda División B frente al Cristian Lay, con un presidente comprometido como Antonio Domínguez. He contado la travesía por el desierto del malaguismo entre esta categoría y la tercera división durante casi una década de sufrimiento y decepciones. La denominación de Málaga CF que recuperó la presidencia de Federico Beltrán para la entidad malacitana. La triunfal llegada de Fernando Puche como presidente y sus grandes logros tirados por tierra después por Antonio Asensio hijo y el testaferro de este, Serafín Roldán. La ruina deportiva y económica que Fernando Sanz y Luis Yañez lograron convertir en éxitos ejemplarizantes desde la capital de la Costa del Sol para el fútbol patrio. Desde luego, hay otras muchas cosas, noticias extraordinarias junto a otras tristes que ojalá nunca hubiese tenido que contar.

Sin embargo, jamás hubiese imaginado lo que el malaguismo y la redacción de deportes que tengo el honor de dirigir en Radio Marca Málaga y la web merchanendirecto.com, iban a tener que sufrir con la llegada de Abdullah Bin Nasser Al Thani y sus hijos.

Lo que estaba por llegar… y lo que llegará

Nada de lo que he vivido hasta ahora es comparable. Han sido casi nueve años de tortura catarí, dictadura althaniense y desprecio en el trato a sus empleados, altos cargos y medios de comunicación. Pero sobre todo, y esto es lo más grave, el insulto a la inteligencia permanente a los abonados y accionistas del Málaga CF, unido a una falta de respeto de Al Thani a la ciudad costasoleña además de a todos aquellos que la representan institucionalmente.

Por supuesto, hay más barbaridades de Al Thani y sus vástagos que iremos conociendo desde la oficialidad del administrador judicial, Muñoz Jiménez. La última estridencia del catarí fue el nombramiento del “killer” empresarial y penoso gestor Richard Shaheen como director general, cuyas tropelías a los empleados del club y amenazas a los medios de comunicación supuso su forma de proceder habitual.

Desde el 20-02-2020, suena a capicúa, todo esto es historia por fortuna para el club costasoleño. Por suerte, somos el Málaga CF y nada ni nadie puede secuestrarnos ni matar nuestra pasión y sentimiento por estos colores. De nuevo estamos aquí. Es el momento de estar más unidos que nunca en torno a nuestros colores, escudo y sentimientos. Alejados de rencores entre nosotros y de la división que Al Thani quiso provocar en el malaguismo para su beneficio. Son muchos los que, al amparo de una Champions League sensacional, quisieron mantener la ilusión y la confianza en el catarí. Y estaban en su derecho de seguirle a pie juntillas casi hasta el final.

Mi equipo de redacción y mi familia han sufrido los insultos a mi persona, al trabajo de Radio Marca Málaga y a ellos mismos. Casi todos los medios de comunicación miraron para otro lado al igual que las instituciones cuando denunciábamos las tropelías de Al Thani, pero quién podía imaginar esto.

El auto de la jueza del juzgado de instrucción número 14 de Málaga es contundente, desde el presunto blanqueo de capitales, pasando por la administración desleal de la empresa o el uso fraudulento de la misma en beneficio de su principal accionista, entre otras cosas.

Los que siempre estuvieron

Agradecido estaré siempre a los compañeros de La Opinión de Málaga Emilio Fernández y José Criado, hoy en La Bombonera, por otorgarnos esa credibilidad; y a Emilio Guerrero, en la Cadena COPE. También a nuestro director de Radio Marca a nivel nacional, Edu García, así como a ése embajador diplomático excepcional y director de MARCA, Juan Ignacio Gallardo, que siempre nos apoyaron y permitieron publicar y comentar todo aquello que íbamos descubriendo de la gestión, perdón, he dicho gestión, del desastre althaniense en el Málaga CF.

Quė grande César Suárez con su definición del denominado “mundo althaniense”. No lo ha sido menos Juanje Fernández, que debutó en nuestra emisora con un veto presidencial a nuestro trabajo en La Rosaleda y terminó por acabar en el punto de mira del “killer” Shaheen que nos amenazó con denunciarnos por una gran noticia de este. En medio, un valiente y asustado a la vez Pedro Martín, junto al resto de compañeros y contertulios que nos han acompañado todos estos años. También a los oyentes que nos defendieron siempre en las redes sociales y medios de comunicación donde pudieron opinar libremente. Así como a nuestros amigos y clientes que incluso en los peores momentos de presión hacia sus empresas por anunciarse con nosotros, mantuvieron su credibilidad en nuestra emisora y web.

Sin embargo, insisto en lo fundamental y no cejaré en mi empeño. El principal “cáncer malaguista” ha sido extirpado antes de que provocase metástasis, así que ha llegado la hora de caminar juntos y más unidos que nunca. Somos malaguistas por encima de cualquier otra divergencia, opiniones diversas o sentimientos encontrados en la defensa de nuestros colores. La vida nos ha dado otra oportunidad y la igualdad de la Segunda división una ilusión a la que agarrarnos, impensable hace algunas semanas.

Hoy hay que llenar La Rosaleda, que el jugador número doce sea una prolongación de los futbolistas sobre el terreno de juego. Hoy hay que ganar al Racing de Santander para seguir soñando con un milagro deportivo y económico sin los Al Thani en el club. Vivir para ver, ver para creer, creer para seguir viviendo.

Agradecimiento eterno a la Asociación de Pequeños Accionistas, a su presidente Antonio Aguilera, al letrado Paco Valverde y al gran trabajo de Jesús Burgos y Javier Olmedo, para devolver la ilusión al malaguismo y lo que representa. Mucha suerte al administrador judicial y a todo su equipo. Y a Jamal Satli Iglesias, en breve la pelota estará en su tejado y el de las administraciones.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.

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