UN PRESIDENTE IRREFLEXIVO PARA UN MÁLAGA QUE PRECISA DE LÓGICA 

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Lo que viene sucediendo en el Málaga CF en los últimos meses carece de toda lógica y resulta kafkiano. En el club costasoleño, que ahora funciona por inercia gracias al gran trabajo realizado por Vicente Casado y su equipo, hay un desorden y desgobierno absoluto. Con el jeque Al Thani al frente y sus hijos, incompetentes y sin ninguna cualificación, mandando en la entidad malaguista, el barco va a la deriva.

 

Han cesado, despedido o alejado de la zona donde se toman las decisiones más significativas a cualquier persona cualificada para ello o que les discuta sin actitud servil sus erráticas decisiones. Han dejado como asesor de presidencia, y ahora mismo al frente de la toma de decisiones, a un asistente de Nayef, cuando hasta hace bien poco su función se limitaba a llevarle el carrito de la compra al hijo del presidente.

 

A Carlos Pérez, Coki, ya se le conoce en los mentideros como "El Vengador" por el trato que ha dispensado al consejero consultivo Francisco Martín Aguilar. Sus 'méritos' para gestionar el club son los siguientes: 

 

1.- Asistente del jeque y sus hijos, es decir, hacer funciones de mayordomía.

 

2.- Acompañar a los hijos a todas las fiestas o lugares donde éstos quieran pasarlo bien, normalmente a costa del club.

 

3.- Prometer ser tan fiel como su fallecido padre a la familia Al Thani.

 

4.- Sus teóricos conocimientos del fútbol internacional para desarrollar nuevos mercados para el Málaga CF.

 

En este artículo no entraré en más detalles, tiempo habrá para ello si esta decisión se mantiene en el tiempo. Al ritmo que los Al Thani engullen personas no parece que vaya a ser demasiado.

 

Respecto al presidente irreflexivo que tiene el Consejo de Administración hay que comentar que es una auténtica barbaridad que se pase el día desmintiendo a los medios de comunicación en lugar de buscar nuevos ingresos económicos para el club. O en lugar de encontrar una empresa que de una puñetera vez sea capaz de solucionar el problema del césped de La Rosaleda. O invertir en el Málaga CF en lugar de que la empresa lo mantengan a él, a sus hijos y a su séquito habitual. O construir la Academia. O no dejarse asesorar mal y gastarse dinero en fichajes que luego no quiera el entrenador de turno. O no estar cinco años sin aparecer por su empresa. Y, por supuesto, no poner a los pies de los caballos a su jugador franquicia, Ignacio Camacho.

 

Puedo seguir y escribir un tomo pero no es necesario. Eso lo harán los juzgados en cada proceso judicial que tiene Abdullah Bin Nasser Al Thani, el hombre al que todo el mundo engañaba -sic-.

 

El Málaga CF necesita un presidente con cabeza y que aplique el sentido común rodeado de buenos consejeros y asesores que no le doren la píldora. Cuando se insulta y descalifica a los medios de comunicación -y al nuestro en particular- quien lo hace debe tener un comportamiento impecable y ser un ejemplo a seguir. Obviamente, no es el caso de nuestro presidente, de momento al menos.