Fran Villalba cumple lo prometido

El valenciano, tras una temporada irregular, está empezando a reivindicarse y mostrando su mejor juego. Fran Villalba cumple lo prometido.

Tras una buena temporada 2021/2022 en el Sporting de Gijón firmando 4 goles y 6 asistencias, jugador y club buscan un cambio de aires que puedan venir bien a Villalba. Abelardo incluso llegó a afirmar que el jugador quería marcharse de Gijón. Aquí entra en acción el Málaga, con Manolo Gaspar y Guede como arquitectos, planificando la temporada 2022/2023. El centrocampista de 24 años llega a Málaga cedido y apunta a ser uno de los jugadores más técnicos de la competición, pero siempre acompañado de la coletilla de: «si está bien… si está centrado…»

En una de las temporadas más difíciles en la historia reciente del Málaga CF, el jugador no termina de explotar. Con Pablo Guede y Pepe Mel no llegamos a ver ese jugador diferencial en la categoría. Al argentino y su sistema sin extremos, teniendo en cuenta que Villalba llegó en la jornada 2 y Guede fue cesado en la 6, no le dio tiempo a trabajar con él. Con el madrileño juega en 11 de los 17 partidos que dirige y si es un habitual en sus planes. El problema es esa labor de mediapunta en un equipo que no genera prácticamente nada limita mucho al ’21’. En el apartado estadístico, únicamente da 1 asistencia en la victoria ante el Alavés en casa.

Llega Sergio Pellicer, con la situación deportiva que todos conocemos y un equipo sin rumbo, confía desde el primer momento en él. De momento, en los 4 partidos que ha dirigido el de Nules, el valenciano ha jugado en todos menos en el debut del míster por la ‘ley del ex’ en el Estadio del Molinón. En los dos primeros encuentros (Oviedo y Albacete) lo hace saliendo desde el banquillo para desatascar y en el último partido, en la victoria ante el Zaragoza, es titular y firma su mejor partido con la camiseta blanquiazul.

Fran Villalba realiza una exhibición ante los maños. Asumió el rol de sacar la pelota desde atrás, aportando mucho criterio a la salida y teniendo pocos errores. En ataque se colocó como eje para distribuir el juego y en defensa un poquito más adelantado a Genaro. Vemos al jugador activo, intenso y mejorando cada balón que toca, pero le vimos hacer algo que no le habíamos visto en Málaga: ‘trabajo sucio’. Durante los 65′ que disputa, se ve a un jugador que se mancha, va al suelo y ordena a sus compañeros. Realizó 6 recuperaciones en campo rival, el jugador que más hizo, y ganó 6 duelos ofensivos y 7 desde el suelo.

Destaca una jugada donde Villalba remata mal un balón suelto tras un córner a favor, provocando una contra de los maños. El mediapunta hace un sprint hacia atrás y logra cortar la contra yéndose al suelo y sin cometer falta. La Rosaleda ovacionó al jugador por el esfuerzo realizado. Ese tipo de jugadas son las que dignifican a un futbolista profesional y hace que sus aficionados se enamoren de él. Además de este trabajo defensivo y la buena contrucción de juego, el internacional sub-17 español realizó una asistencia magnífica a Rubén Castro para abrir la lata, demostrando la calidad que tiene y esa visión que le hace un jugador especial. Donde cualquier jugador hubiese chutado, Villalba decidió poner un centro suave al área pequeña, donde el canario remata muy bien colocado.