Este sábado el Málaga intentó el despegue y retomar el vuelo. No lo logró ante un efectivo Tenerife. El equipo blanquiazul quería conseguir la segunda victoria consecutiva del curso. Es casi una gesta épica, un hecho inaudito porque son muchos los partidos que no consigue tal botín. Es un dato que lastra a los blanquiazules. En total, 50 encuentros oficiales sin sumar un triunfo dos jornadas seguidas.
Hay que volver a la etapa de José Alberto como técnico del equipo malaguista para comprobar como el Málaga firmó dos partidos seguidos con victoria. Noviembre de 2021. Dos citas en La Rosaleda. Ante el Tenerife (1-0) y luego ante la UD Las Palmas (2-1). Desde entonces, un reto imposible de repetir.
Posteriormente tuvo varios partidos en los que pudo repetir ese dato. No fue capaz de hacerlo José Alberto. Tuvo la oportunidad de conseguirlo tras ganar al Alcorcón (0-1), pero el Málaga empató la jornada siguiente ante el Sporting de Gijón (2-2). No volvió a ganar más y fue cesado tras la tarde negra frente al Ibiza. Tampoco lo pudo hacer su reemplazo, Natxo González. Una única victoria en su casillero. Triunfo por la mínima ante el Amorebieta (1-2). A la siguiente jornada, empate en casa ante la Ponferradina (0-0).
Guede fue el siguiente en llegar a la banca malaguista. Se quedó sin ese particular premio. Dos victorias en la 2021/2022. Triunfo ante el Leganés (0-3), pero posterior tropiezo en casa ante el Éibar (1-3). Semanas después, zarpazo ante el Tenerife (0-2) y de nuevo golpe en La Rosaleda ante el Burgos (0-1).
El argentino inició el curso y solo logró sumar de tres en una ocasión. Ante el Mirandés (1-3). A continuación tres derrotas consecutivas hasta su cese y llegada de Pepe Mel. El madrileño ha tenido tres amagos de despegue con el Málaga. Tres triunfos. El primero, ante el Lugo (3-2). Luego se pinchó en Oviedo (1-0). Otra oportunidad tras vencer a la Ponferradina (1-0). La última victoria en casa fue ante el Alavés (1-0), pero ante el Tenerife se pinchó en hueso (1-1). En definitiva, datos que evitan y evitaron el despertar del Málaga. De nuevo, a sufrir.
Lo cierto es que los jugadores fichados no estén dando su mejor nivel individual y mucho menos colectivo. Después de 6 meses juntos no mejoran el juego del equipo no avanzan en los resultados ni consiguen victorias. Y la sensación que dan en cada partido es de impotencia un quiero y no puedo. Así no salimos del descenso.