Ibon Navarro, entrenador del Unicaja, lanza varios dardos y a varias direcciones. El técnico vasco habló en rueda de prensa en la previa de la quinta jornada de la Liga Endesa, ante Joventut de Badalona. En ella, mostró su descontento con varios actores principales en lo que rodea al Unicaja, la prensa, afición y sus propios jugadores.
Prensa
El primero de los dardos fue directo a la prensa, a los que acusaba de «no haberle ayudado a mandar un mensaje de contención y adoctrinar a la gente para ser humildes». El técnico vasco incide en que en este deporte hay que ser humildes porque si no te pueden «pintar la cara». Probablente tenga razón en lo que dice, venimos de un gran año en el que nos hemos «mal acostumbrado» a ganar y eso hace que las exigencias estén por las nubes. Ibon recuerda que la clave de los éxitos de la temporada pasada fue esa, el salir a morir a cada partido como si fuera el último y con las ideas muy claras, algo que está faltando en este inicio de liga.
Afición
Otro de los recados que dejó Ibon Navarro fue con la afición del Carpena. El técnico vasco admitió que no tiene queja con ellos pero sí que le sorprendió que en la derrota ante Valencia Basket «nadie cantó el himno». «Noté que no era el mismo ambiente, la gente estaba muy callada». El equipo, tal y como dice Ibon Navarro, son los mismos pero no los mismos jugadores. La plantilla viene de una temporada fantástica donde se superaron las expectativas, y el error sería pensar en que el Unicaja tiene que repetir esos éxitos.
El técnico vasco admite que esta semana, además de entrenar con el equipo para los partidos que se vienen, han entrenado la mente. Los jugadores han de saber que esta temporada van a ser uno de los rivales a batir, y que no se puede vivir del pasado. Hay que evolucionar y seguir trabajando cada día y «no dormirse en los laureles«, como decía el propio capitán hace unas semanas.
