4 MILLONES DE EUROS COSTARÍA AL MÁLAGA LA DECISIÓN DE AL THANI

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Manolo Novo

@SuarezRMarca | Una cosa es perder la confianza y otra muy distinta la cabeza. Al menos para cualquier persona que aplique cierto sentido común a la gestión de sus empresas. Se desconoce si es el caso de Abdullah Bin Nasser Al Thani, propietario y presidente del Málaga, quien ha decidido cargarse a la cúpula directiva de su club pero sin tener en cuenta el coste que supondría echarlos a todos, ya que la entidad carece de liquidez para afrontarlo. 

 

Ya sólo destituir a Vicente Casado, director general, le podría costar, supuestamente, unos 1'3 millones de euros. Entre bonus y salarios que se le adeudan, así como la correspondiente indemnización, la cantidad es considerable, y más para un club que vive al día y que carece de liquidez para ello. Por lo pronto, y a la espera del notario para hacerlo efectivo, a Casado se le han retirado los poderes, lo que moralmente le impide tomar decisiones, ya sean más o menos importantes. Debería ser el paso previo para su marcha.

 

Romper la vinculación del que ha sido la mano derecha de Casado, Manolo Novo, también le saldría cara al club por su condición de alto cargo y por otros bonus que se le adeudan. Menos costoso sería lo de José María Arrabal, director de Desarrollo de la entidad blanquiazul, y señalado por Al Thani por no encontrar un patrocinador para la camiseta. El directivo malagueño lleva mucho menos tiempo que Casado y Novo, y su salario también está muy por debajo del de ellos dos. Y, por último, está la de Mario Husillos, al que le queda año y medio del contrato que en su día le firmó Moayad Shatat. Entre los tres, la cantidad total podría, supuestamente, rondar los 2 millones de euros. 

 

En total, unos 4 millones de euros -entre despidos y contratación de nuevos altos cargos- que Al Thani no está dispuesto a abonar de su bolsillo, por lo que deberían salir de los fondos del propio Málaga. El agujero puede ser considerable. Lo único que podría evitar este enorme desembolso sería la negociación amistosa de los correspondientes finiquitos, que podrían reducir enormemente el montante final.