@JuanjeFernandez || El Málaga sigue sin encontrar el equilibrio necesario para poder ganar partidos. Es cierto que la defensa ha mostrado una mejor versión en defensa en las últimas semanas, sin embargo los blanquiazules no consiguen que esa mejora en la zaga se haya traducido en puntos en el casillero de la clasificación.
Con Romero en el banquillo el equipo malaguista ha encajado nueve goles en cinco partidos, algo menos que la media que llevaba con Juande Ramos. La llegada del uruguayo al banquillo ha coincidido con la baja de Sandro Ramírez que sufrió una rotura muscular en el partido ante la Real Sociedad.
Sin el canario el equipo ha visto mermada su efectividad de cara a la portería rival. Dos goles en cuatro partidos desde que el pichichi malaguista no se viste de corto. Los problemas de cara al gol han provocado que los blanquiazules no hayan logrado sumar puntos en los últimos dos partidos. Tanto ante Osasuna como contra el Espanyol ayer, el equipo mereció más premio. Los malaguistas dominaron en lanzamientos a portería rival, posesión y acercamiento al área contraria. Todo ha quedado en nada y desde el vestuario ya apuntan a la sequía goleadora como principal culpable de la alargada mala racha de los de Martiricos.
