LA BOLSA DE LOS EMPATES SIRVE PARA RESUCITAR TRAS GANAR UN PARTIDO

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La verdad es que nuestro Málaga CF de cada día sigue sin enamorar a ningún buen aficionado con su fútbol.

 

Es práctico y, aunque no siempre resolutivo, al final suma para pelear con unos rivales muy irregulares y que hasta hoy, han aprovechado poco las oportunidades que han tenido para alejarse en la clasificación de los costasoleños y poner tierra de por medio.

 

En esta Liga 123 cosechar muchos empates consecutivos sirve para ésto.

 

Ganas un encuentro y la bolsa de los mismos te deja de nuevo a tiro de piedra de todas las opciones para regresar a la Liga de las Estrellas.

 

Frente al Nastic de Tarragona, los blanquiazules pudieron dejar sentenciado el envite en la primera mitad pero no lo hicieron.

 

Tuvieron un inicio prometedor en el segundo periodo con disparo incluido al travesaño de Blanco Leschuk tras un control y giró sobre sí mismo que mereció el premio del gol.

 

Y a partir de ahí, el cuadro de la capital de la Costa del Sol mostró la cara de otras muchas tardes esta temporada pese a las acusadas ausencias.

 

Sin embargo Juan Ramón López Muñiz confió más en Dani Pacheco, tras suplir a un trabajador Ontiveros, que en otro jugador de corte más defensivo.

 

Y salió bien.

 

Un disparo del 22 desde la frontal del área dio en un rival para desviar la trayectoria del esférico lo suficiente para convertirlo en el único o gol del encuentro.

 

Total, tres puntos de oro, máxime como ha ido la jornada para los malacitanos.

 

Otra vez a soñar, con el ascenso directo o en diferido por la vía de las eliminatorias, todo el mundo vuelve a tener esperanzas en el denominado “milagro” de Muñiz.

 

Y este viernes regreso a La Rosaleda, un triunfo más y los nervios y las pesadillas de este último mes y medio serán historia.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.