Rubén Guerrero: «Necesitaba salir del Unicaja por cómo se me encasillaba»

El marbellí atiende a la llamada de Radio Marca Málaga, en la previa del Obradoiro-Unicaja

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Rubén Guerrero, en un partido con el Obradoiro / ACB PHOTO

Rubén Guerrero se reencuentra este sábado con el Unicaja. Con la salida del marbellí, ya asentado en el también proyecto ilusionante del Obradoiro, también se esfumaba el producto de Los Guindos, al igual que Francis Alonso; un gen que solo mantienen Alberto Díaz y Augusto Lima en la actual plantilla, tampoco sin obviar a Saint-Supery. El pívot habla largo y tendido en Radio Marca Málaga, aprovechando la visita de los verdes al Fontes do Sar, la nueva casa de Guerrero.

Partícipe de la clasificación de España para el Mundial: «Muy contento de haber vuelto a la selección. Lo veo como un premio a lo que se está haciendo durante la temporada. Siempre me hace mucha ilusión ir a las Ventanas, representar a España, y conseguir la clasificación para la competición que sea. Estos partidos, que la gente nos los valore, es una equivocación porque estos jugadores son los que han dado la talla en el Eurobasket. Todos los que no fueran de NBA y Euroliga, son los que han ido. Que el grupo se haya solidificado es por este trabajo».

Sergio Scariolo: «El trabajo que hace él y todo el cuerpo técnico que le rodea es de elogiar. Se cogen jugadores que no son de Euroliga y NBA, y vemos cómo el equipo ha cumplido en todas las Ventanas. Haciendo un buen trabajo y formando un grupo que siempre da la talla pese a que se junta dos o tres veces por año».

La explosión de Alberto Díaz: «Los campeones de Europa han venido con más liderazgo, más sueltos, y quizás con más confianza. Con ese orgullo de decir ‘hemos sido nosotros’. Que la gente no conociera antes a Alberto, es porque no ha seguido la ACB, porque es lo que lleva haciendo muchos años en Málaga. Por eso ha llegado ahí».

Tras las Ventanas, un fin de semana señalado para Rubén Guerrero: «No creo que se me vaya a hacer raro enfrentarme al Unicaja. Lo será cuando vaya a Málaga. Es que justo he visto a varios compañeros estos días. Simplemente es una semana rara porque hay pocos días para trabajar, pero quizás en el subconsciente al ser el Unicaja, siempre existe un poco más de motivación».

La vida en Santiago: «La comida es espectacular. Para mí eso es un punto bueno, no que Málaga fuera mala, ni mucho menos. Aquí es menos ‘pescaito’ frito. Y luego el día a día es muy tranquilo, como soy yo. No necesito ciudades de mucho ajetreo. Me gusta más la relajación. Es una ciudad muy bonita, con sitios chulos, que ya he visitado todos. Lo único malo es el clima, que es verdad que se cumple el estereotipo».

Obradoiro: «Es un club más humilde que el Unicaja, pero no por ello trabajan de una forma inferior, al revés. Trabajan como una familia. Desde el punto de vista del jugador, te ayuda a centrarte más en tu trabajo. Están muy encima tuya, con la predisposición de ayudarte en lo que sea, además de ser muy amables. Cambian los jugadores cada año, pero es un club que mantiene una filosofía muy parecida temporada tras temporada. Se compite mucho, dando el nivel cuando cada año es más difícil».

No ha sido el comienzo esperado: «Hay plantillas muy trabajadas y dando la talla. Tenemos jugadores para estar más arriba. Se nos escaparon dos partidos por muy pocos puntos (Granada y Valencia Basket); que si los hubiésemos ganado, estaríamos con cuatro victorias y muy cerca de los puestos de playoff. Te cambia mucho la historia pero es pronto. Vamos a ir a más. Hemos recuperado un par de jugadores (Westermann y Paige) que nos van a ayudar a ir más hacia arriba y conseguir victorias, seguro».

Un Rubén Guerrero más suelto: «Me costó adaptarme un poco al juego del equipo. Pero disfrutando de la confianza y libertad que nos da Moncho. En el sistema encajo bien porque el juego se mueve bastante, no solo para finalizar, sino porque tienes protagonismo en las jugadas. Eso te lleva a hacer más cosas. Jugando desde el poste alto, echo más el balón al suelo. Intento ampliar ese juego ofensivo».

Su salida de Los Guindos: «Si la temporada no va bien, no ayuda al cómo nos encontramos en el equipo. Ni los jugadores, ni el staff ni los trabajadores del club. El perder nunca ayuda. Quizás necesitaba salir del Unicaja por cómo se me encasillaba: jugador malagueño y de la casa. El salir de Málaga fue por eso. Aquí soy un jugador más, no se me mira como el niño. Para mi desarrollo, creo que me va a venir bien. Hablé con Moncho en verano, a quien no conocía hasta entonces. Fue muy honesto conmigo, diciéndome las cosas muy claras. Me gustó mucho lo que hablamos: cómo planteamos el año y mi rol aquí».

Moncho Fernández como entrenador: «Después de aquella entrevista se ve que no tiene una barrera entre cuerpo técnico y entrenador. Se puede hablar con él de todo. Eso ayuda a que te encuentres bien en pista. No es que fuese fácil, pero ya tenía esa referencia. En la cancha es como se ve por televisión. Muy exigente, cuidadoso en los detalles, supongo que como cualquier entrenador. Es muy expresivo y lo deja todo fuera. Se altera pero como todo el mundo. No me ha pedido consejos para el partido del sábado».

Muy pendiente del Unicaja: «Por supuesto. No he visto todos los partidos, pero sí partes sueltas. Se nota que ha habido un cambio en la forma de jugar, por cómo se ha confeccionado la plantilla. Les está yendo muy bien, tanto en ACB y BCL. Les deseo que sigan así… menos este fin de semana (risas). Las exigencias en Málaga siempre son altísimas. Se dice todos los años que hay que estar en Copa y Playoffs. La cosa es que si no se consigue, no se debe echar todo abajo. Pienso que hay que apoyar al equipo, además estoy viendo que está yendo la gente al Carpena. Ojalá que siga así esa respuesta. Cuando el público se pone así, parece que son 100.000 personas. El equipo se alimenta mucho de ello, tanto para lo bueno como malo».

Ibon Navarro: «Me parece un gran entrenador. Cogió al equipo en un momento muy complicado de levantarlo. No podía recaer la culpa sobre él en verano. Después de haberme ido, incluso he hablado un par de veces con él, y es verdad que el equipo ya baila a su son. Le está dando resultados. Espero que siga así de bien. Mi conversación en verano con él no fue incómoda ni desagradable. Ambos teníamos claro lo que había que hacer en verano. Él me apoyó y no hubo ningún problema. Seguimos teniendo buena relación».

La opción que mantiene el club en 2024: «Eso lo tengo olvidado. Solo pienso en el día a día, en esta temporada, mejorar como jugador. No intento preocuparme en lo que pueda pasar. Si lo haces bien, todo lo que te pase va a ser bueno. Si las cosas van mal, ya te preocupas. Es un mundo dos años. No te sirve de nada darle vueltas a eso. El preocuparme de hacerlo bien ahora con el Obradoiro, que el equipo gane partidos y suba puestos en la competición; solo me centro en eso».

Un hipotético regreso de Rubén Guerrero al Unicaja: «Nunca se cierra la puerta, por parte del club tampoco. Jugar en tu casa es lo que sueña cualquier jugador, estar tan cerca de Marbella y tu familia… es un sitio ideal. Si se dan las circunstancias idóneas, yo estaría encantado. En el futuro se verá. No me ha dolido el salir del Unicaja, lo que sí es no haberlo hecho mejor para dejar al club en un lugar mejor. No me lo he tomado como algo malo. Ha sido una buena decisión. Lo que me duele es no haber ayudado más al equipo. Como malagueño, siempre me fastidia dejarlo en un sitio algo peor. Esa es la única espina que tengo clavada: no haberlo hecho mejor como jugador y ayudar más al equipo».

Palabras de Rubén Guerrero hacia José María Martín Urbano: «Es una desgracia que entristece al baloncesto malagueño y nacional. Nunca tuve una relación estrecha con él. Sabía de su figura y lo que hizo por el baloncesto local. Una pena que tanta gente grande se nos esté yendo. Pienso que es bonito el cómo ha impactado en Málaga porque demuestra su legado y una forma de recordarle que se merece», finalizaba Rubén Guerrero.

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